Después de 10 años de relación se acabó, fue como un regalo de Navidad. No quiero enrollarme, pero quiero explicar porque tome la decisión.
Se puede decir que mi relación empezó ya mal desde el principio, se olvido de contarme dos cosillas sin importancia, había estado casado y tenía una niña, la mentira estuvo durante un año. Lo perdone porque lo quería. Pero la verdad es que es ahora cuando me voy dando cuenta de muchas mas cosas.
Durante este tiempo lo hemos dejado unas 5 veces, y aunque siempre ha sido por lo mismo, pero era yo la tonta la que agachaba la cabeza y volvía. Sus celos han sido mas que eso, porque también era la excusa para serme infiel, porque según él si yo lo estaba haciendo (nunca le he sido infiel) que el no iba a ser tonto y lo iba hacer. No podía hablar con ningún chico, fuera quien fuera, porque yo le hacia ojitos, y quedaba con él a escondidas. Llego un momento que me lo llegue a creer y no hablaba con nadie que no fuera una mujer.
Pero cuando encontré en el trabajo anterior al que tengo ahora, me dije “tienes que volver a ser tu”, me hablaba con todo el mundo, me reía con alguien que no fuera él. Hice muy buenas relaciones, que, gracias a las gracias, las sigo manteniendo. Cada ve me iba queriendo un poquito más, y el se daba cuenta que ya no era esa persona que temía perderlo. Pero la bomba fue empezar a trabajar donde estoy ahora, solo tengo compañeros nada de compañeras. Se siento plena, porque me gusta, me llena el trabajo.
Pues el día X me escribió un antiguo compañero y fue cuando empezó el principio del fin. Que cuantas veces te has acostado con él, que si mis compañeros de ahora, que si cuñados, que si camareros, que soy una buscona. Esta vez no me calle y le dije: tu has sido el infiel, no yo, tu eres el enfermo, no yo, yo me arreglo para mi (decir que siempre he tenido complejo con mi físico) no para nadie, que yo iba a ser yo y si me tengo que hablar con quien sea lo voy hacer.
Si me fui con mis cosas y llorando, pero no porque se había terminado, sino porque había sido capaz de decirle todo lo que durante años he aguantado, porque lo quería, por las promesas de cambio. Pero, aunque ahora toca empezar de cero, tengo ganas. Tengo un trabajo que me llena y que soy capaz de hacerlo, me voy aceptando físicamente un poco más, que no pasa nada por estar sola, sentimentalmente, porque ya vendrán tiempos mejores. Ahora, después de tanto tiempo, me estoy encontrando de nuevo y he tenido valor, y tengo valor, para decir que él ya es mi pasado y ahora toca mi presente.