Aviso de que puede ser una historia larga…pero es la historia de como me violaron y abusaron de mi.
Tenía unos 15 años y me había liado una vez con un chico, solo besos. No había nada entre nosotros. Unas semanas más tarde salí de fiesta con mis amigas, estuvimos bailando y bebiendo. No bebí mucho, unos 3-4 cubatas (tolero muy bien el alcohol y me cuesta mucho emborracharme) Lo último que recuerdo es estar en la barra pidiendo un trago. Y la siguiente imagen es buscando a mi amiga por las calles.
Según me cuentan mis amigas, empecé a liarme con aquel chico en la discoteca y me fui con él, sin avisar. Yo NUNCA haría eso, soy de las que no se separa de sus amigas por mucho que pase y menos sin avisar.
Aparecí a las horas tambaleándome por las calles, me encontró una amiga, al parecer llevaba las bragas por las rodillas y estas llenas de rascadas. Se rieron muchísimo de lo borracha y «guarra» que había sido. Al día siguiente me tomé una pastilla del día después y se pasaron el verano entre risas de lo guarra que era.
Años más tarde, un viernes noche, salí con una amiga. Acababa de cortar con mi ex y estaba de bajón. Por lo que decidimos beber mucho y celebrar para olvidar. El pub estaba vacío y nos pasamos la noche hablando con el camarero, que era amigo nuestro. De repente apareció el chico, el de la otra vez. Me entró, me besó y me quedé en shock. No le seguí, se fue.
Seguimos bebiendo y me empecé a encontrar mal, me había pasado de bebida, ahí si que había sido yo, era consciente y me fui corriendo al baño para vomitar, pero detrás de mi apareció ÉL, cerrando la puerta con pestillo en aquel minúsculo baño.
Yo solo quería vomitar y el me empezó a tocar, intentaba quitarme la ropa y yo intentaba salir del baño, esta vez si estaba consciente, solo había tomado alcohol. Me di cuenta de que la otra vez me drogó. No tenía dudas. Intentaba salir, empecé a forcejear con él, pero él podía conmigo, me metía la mano por el pantalón, por la camiseta. En un empujón, me quemó el pecho con el cigarro.
Con el despiste de haberme quemado, conseguí salir y llegar hasta mi amiga, que se enfadó conmigo por haberla dejado sola por irme OTRA VEZ con él. No daba crédito.
Después de muchos años mis amigas dicen que me creen, pero se pasaron años quejándose de lo guarra que era.
Y el chinazo en el pecho, que me acompañará y me recordará todos los días de mi vida.