Hola a todas, vengo a pedir consejo. Soy un fan de este foro.
Os pongo en antecedentes: hace casi un año conocí a una chica. Me la presentaron unas amigas porque no uso aplicaciones (me parecen frías). Nos gustamos y empezamos a liarnos. Antes de eso, le dije claramente que no quiero tener pareja (por diversas circunstancias que no me apetece contar, pero digamos que en estos momentos no tengo ganas de construir una relación) y que me conformo con tener sexo de vez en cuando y salir a veces, un poco de cariño y charla, vaya. Una vez aclarados los límites, ella accedió porque confirmó que buscaba lo mismo que yo y todo perfecto.
Sin embargo, de aquí a unos meses, la noto como que quiere algo más. Me pide más «compromiso» (quedar con sus amigas para presentármelas, pasar más tiempo juntas en mi casa, que viaje más a menudo a verla, hasta me pidió que la acompañara a un evento familiar, etc), y está más cariñosa de lo normal. Yo siempre le he aclarado que no me apetece ir más lejos y cuando intento hablar con ella, elude el tema pero insiste en que me implique un poco más cuando sabe que no puedo entregar demasiado en mis circunstancias. Según las amigas que tenemos en común a ella le gusto bastante, y que le de una oportunidad porque es una buena chavala y tal, pero yo, insisto, no quiero y me agota repetírselo cada dos por tres, tachándome a veces de pesada y cambiando de tema.
Estoy bastante perdida: por un lado, no quiero hacerle daño y estoy pensando seriamente en cortar la relación de amantes porque está empezando a sentir algo más, pero por otro, me va a costar porque estoy cómoda en esta situación: hay química, hay buen rollo y estamos bien como amantes. Vivo en una ciudad pequeña donde la mayor parte de las chicas que conozco tienen un problema serio de lesbofobia interiorizada y conocer a alguna chica que acepte lo suyo y que no me de follones innecesarios (en mi currículum, mujeres casadas, con hijos, que siempre te sueltan lo de «que no se entere nadie» o que se avergüenzan de su lesbianismo: es horrible vivir así, y lo peor, es que no me puedo escapar de esta ciudad porque no hay trabajo y los alquileres en ciudades grandes con gente de mentalidad más abierta es imposible) es complicado (es más, esta amante es de fuera pero por motivos de trabajo siempre viene a la ciudad y coincidimos bastante por esas colegas en común).
Espero no resultar mala persona, pero como me he cansado de ser un pedazo de pan, hasta he pensado en seguir el juego del despiste hasta que todo se rompa por sí mismo. A veces, me apetece compañía y he estado años soltera precisamente porque no puedo ni quiero una relación. E, insisto, encontrar a alguien con quien intimar de vez en cuando es MUY complicado y una se harta ya de bastarse a sí misma, que un beso, un abrazo o sexo cómplice se agradece con otro ser humano.
¿Qué debería de hacer? ¿Le repito que no puedo entregarme más y desaparecer porque no me escucha (repito que me agota que me cambie de tema y que me siga solicitando cosas que superan esos límites impuestos) o continuar hasta que la cosa no se pueda sostener por sí misma?
Gracias por leerme.
A.