Mi aventura en un barco de papel

Inicio Foros Querido Diario Relatos Mi aventura en un barco de papel

  • Autor
    Entradas
  • Silvia
    Invitado
    Silvia on #266236

    MI AVENTURA EN UN BARCO DE PAPEL EMPIEZA ASI:
    Aquel viernes habíamos hecho planes de salir a almorzar con las maestras del colegio donde trabajaba.
    Yo iba muy poco arreglada ese día. En días anteriores tuve el cabello planchado y sentía que me quedaba lindo pero justo ese viernes yo iba con el uniforme del colegio, con una cola espantosa en el cabello, ni me lo había lavado ese día, en fin, ese día reflejaba una imagen de que no tuve ganas de arreglarme.
    Llegamos al restaurante y nos sentamos y empezamos a pasarla bien entre pláticas y risas.
    Me levante para ir a lavarme las manos y entonces lo vi.
    Pase rozando su mesa de frente y nuestras miradas se encontraron.
    ¡Dios mío! Cuando vi sus ojos mi corazón se aceleró al máximo.
    Nuestras miradas se encontraron varias veces.
    Yo tenía la ventaja de estar en grupo, pero él estaba solo en su mesa y no se veía muy cómodo, sin embargo su mirada se clavaba en mí de vez en cuando, aunque con una seriedad que me paralizaba.
    Me sentía fatal de no haberme arreglado un poco más. Dentro de mi pensaba: Dios mío, ¿por qué no lo conocí otro día, cuando tuviera más oportunidad de gustarle? es casi imposible que ese hombre tan guapo se fije en mi viéndome así como luzco hoy.
    De pronto vi que pidió la cuenta. Se iba y me perdería para siempre la oportunidad de conocerlo.
    No sabía nada de él, podía ser casado, podía tener novia o ser gay. Pero quería saber.
    Me exprimí un momento el cerebro y me surgió una idea.
    Hice un barquito con un trozo de papel que había por allí y anote en él mi número de teléfono y mi nombre.
    Luego le dije al hijo de mi amiga que iba con nosotras y que es un niño muy listo: Cuando ese señor que ves allí se levante, tú vas atrás de él y le das este barco y no lo dejes ir sin que lo reciba.
    Y dicho y hecho, todo sucedió en cuestión de segundos, un minuto más y no me da tiempo.
    Él se levantó y tras de él salió corriendo Adrián, el hijo de mi amiga, hasta que logró entregarle el barco.
    En cuanto estuvo en sus manos recuperé el sentido común y dije: ¿Qué estoy haciendo?
    Pero ya no había forma de echarse para atrás.
    Él salió y se quedó unos instantes viendo por la ventana hacia nuestra mesa.
    Me pasé la tarde pensando si llamaría, pero no lo hizo.
    En el fondo me imaginé que no lo haría, así que no me tomó por sorpresa. Me pasé pensando cuál sería su nombre. Yo cuando era adolescente había imaginado a un novio parecido a él y solía llamarlo Juan Carlos. Así que me preguntaba si de casualidad ese sería su nombre. Pero tenía mucho trabajo que hacer así que me saqué de la mente al hombre guapo y seguí con mis cosas.
    El sábado llegó un mensaje a mi teléfono de un número desconocido.
    Un simple hola.
    Mi corazón se puso en alerta y le pregunté quién era.
    Me contestó con estas palabras: » Usted amablemente me dio su número de teléfono. El barquito de papel estaba lindo.»
    Una enorme sonrisa me iluminó el rostro.
    Le dije: ¡Ah! ¡el hombre guapo!
    Y él me respondió: Gracias, pero más guapa es usted.
    Yo no podía creer que pensara que yo era guapa si me vio en la facha que me vio.
    De pronto me dijo algo que me dejo boquiabierta: Me llamo Juan Carlos…
    Abrí los ojos como platos y no volvía en mí de mi asombro.
    Seguimos platicando esa noche y al día siguiente y quedamos de almorzar juntos el lunes.
    El lunes estaba súper nerviosa, emocionada y feliz.
    Por fin llegó la hora de verlo y esta vez, traté de verme linda.
    Pasó por mí y nos fuimos. Ir allí en el carro, a su lado, sintiendo su perfume, su mirada, con la que me obsequiaba y me analizaba en silencio de cuando en cuando era un sueño.
    Fuimos al mismo restaurante donde nos conocimos y yo no podía comer de lo nerviosa que estaba. Él se divertía muchísimo y me decía: Así me hizo sentir usted el viernes. Me la debía.
    Luego nos metimos al carro y nos quedamos un rato en el parqueo, conversando. Yo trataba de guardar la distancia, pero él se me acercaba un poquito más cada vez y me miraba con una cara de niño travieso y una sonrisa divertida que me ponía a temblar.
    Yo tenía puesta una blusa que dejaba los hombros al descubierto.
    Él acercaba a mis hombros desnudos su rostro. Y no me tocaba, solo me dejaba sentir su aliento tibio en mi piel. Mi cuello se estremecía ante la caricia de su respiración suave y sensual.
    Traté de evitarlo, pero al final no pude resistirlo y nos besamos.
    No sé si todo el mundo lo hace, pero yo había fabricado en mi mente un beso perfecto con el que soñé toda mi vida. Un beso lento que fuera abriendo mis labios delicadamente, un beso sensual que me erizara la piel del cuerpo, un beso tibio, con una humedad suave que acariciara mi lengua sin prisa. Un beso que me encendiera lentamente cada centímetro de piel y que me hiciera sentir como si volara.
    Y en ese momento fue como si él se metiera dentro de mi mente y robará de allí mi beso perfecto para devolvérmelo después boca a boca, oxigenándome el alma. Fue cómo poesía sobre los labios.
    Y luego al abrir los ojos puedo ver esa sonrisa, que no puedo sacarme de la mente. La sonrisa más perfecta que jamás vi mientras sus ojos aún permanecían cerrados.
    A ese beso le siguió otro y otro, y la temperatura subía dentro del carro y sus besos sensuales se volvieron ardientes y mi respiración se agitaba entre sus brazos…
    Hubiera querido que esos minutos fueran eternos. No hubo caricias subidas de tono, no pasó nada más allá de besos y caricias tiernas en el rostro, pero lo que sentí esa tarde fue una dosis pura de erotismo y sensualidad sin diluir como jamás la había sentido.
    Y luego me pidió verme de nuevo, esa misma semana, dijo que no quería esperar hasta la otra. Y yo tenía un millón de trabajos y muchas cosas que hacer, pero por verlo de nuevo valía la pena cualquier esfuerzo.
    Esa noche me habló y me dijo: que rico besa, toda usted me encanta, creo que usted va a ser mi perdición total.
    Volvimos a vernos, por supuesto que sí. Varias veces más. Estaba loca por él, total y absolutamente loca. Era el hombre de mis sueños, era mi fantasía más ardiente vuelta realidad.
    No hicimos el amor, creo que fui una tonta por haberme perdido esa experiencia que por supuesto me propuso. Pero es que al final, él fue muy sincero conmigo y me dijo que no tenía tiempo para relaciones serias.
    Y era verdad en cierto modo, tenía demasiadas actividades en su vida, así que me propuso un tipo de relación libre, amigos con beneficios, o algo de ese tipo, una relación esporádica donde pudiéramos darle rienda suelta a la pasión que a simple vista nos provocábamos el uno al otro.
    Siempre le agradecí su sinceridad, porque nunca me llenó de promesas. Siempre fue muy directo y siempre me planteó las cosas como eran. Era divorciado, pero no tenía tiempo para algo serio, tiempo o ganas, así que dependía de mí aceptar esos términos y decidí que no era eso lo que quería.
    Ya pasaron algunos años desde la última vez que lo vi y por más que he intentado contactarlo no lo encuentro.
    Parece que la tierra se lo hubiera tragado. Lo volví a encontrar hace un par de años y me dijo que le gustaría tener una relación conmigo como la que yo quería pues ya había estabilizado varios asuntos y tenía más tiempo, pero en ese momento yo ya tenía una relación con alguien más.
    No sé si algún día suceda otra coincidencia que me ponga de nuevo frente al hombre que más me ha alborotado la vida. Sería la tercera vez que tuviéramos un encuentro fortuito. La tercera es la vencida.
    Tal vez ahora él siga sin ganas de relaciones serias, pero daría lo que fuera por otro de esos besos mágicos.

    Responder
    Anonima
    Invitado
    Anonima on #267389

    Ame tu historia, te digo que hasta me emocione como la contabas, ojala que haya una tercera y nos las puedas contar.
    saludos chica.

    Responder
    China
    Invitado
    China on #267426

    Vaya rollo. No me ha gustado nada.

    Responder
WeLoversize no se hace responsable de las opiniones vertidas en esta web por colaboradores y usuarios del foro.
Las imágenes utilizadas para ilustrar los temas del foro pertenecen a un banco de fotos de pago y en ningún caso corresponden a los protagonistas de las historias.

Viendo 3 entradas - de la 1 a la 3 (de un total de 3)
Respuesta a: Mi aventura en un barco de papel
Tu información: