Hemos llegado a un punto en el que no puedo más con la vida, mi compañero de piso está dieta desde el verano y le va muy bien, ha perdido sus kilos, está contenta con su cuerpo, no deja de comprar ropa y yo que me alegro. Pero parece que vivimos en una racionamiento que estoy hasta el chochet la verdad.
Cada semana está con una historia distinta, en una come mucha piña, en otra no prueba los hidratos, en otra solo come potreína… Bueno, lo jaleos que ella lleve, dice que está sana y a mi con eso me basta, no me voy a meter en qué se tiene meter ella en la boca.
El caso es que desde hace dos semanas está con ayunos intermitentes, come solo UNA vez al día, se mete entre pecho y espalda frigo y medio, pero solo una vez y está INSOPORTABLE, yo no sé si es la dieta, el hambre o el universo, pero nos lleva fritas a las demás.
Ayer nos reunió por la noche y nos pidió por favor no comer delante de ella y si era posible no tener chocolate o ultraprocesados ‘apetecibles’ a mano, porque se lo estábamos poniendo muy dificil.
Y mira, yo entiendo que tú quieras hacer tu movida, pero joe, de ahí a que me pidas no poder tener unos donetes en el armario pues hay un trecho.
No quiero quedar como la mala malísima que no empatiza con su compañera de piso y que le pone las cosas difíciles en algo que cuesta tanto, pero de verdad creo que tiene que haber límites en algún sentido.
¿Me estoy pasando de mala? ¿Compro lo que siempre tengo en el armario o realmente creéis que debería no hacerlo?