Me alegra tanto leeros y me relaja tanto que me animo a contaros mi caso para ver cómo veis desde fuera mi situación. Ver las cosas desde una óptica ajena suele ser fácil y arrojar algo de luz a aquellxs que estamos dentro del drama.
Voy a intentar ser breve, pero dudo que lo consiga; quiero explicarlo todo para que podáis opinar de verdad.
Conocí a un chico hace muchos meses, (habíamos hablado alguna que otra vez por redes por temas de curro), quedamos por temas profesionales y esa misma noche dormimos juntos, algunos besos y demás..pero no sexo.
El tema es que conectamos perfecto y nos seguimos viendo (casi a diario), donde los sentimientos se fueron intensificando por ambos lados; literalmente desde que nos conocimos no nos separamos. Sin comerlo, beberlo, ni pretenderlo; me vi metida en una relación y cada vez más enamorados.
Yo venía de pasarlo mal y no estaba dispuesta a que me jo***dieran de nuevo, así que aún quedando con él, andaba con cautela, precavida; gente en común (que lo conocía más que yo) me había comentado que no me fiase mucho de él por historias de su pasado y que no íbamos a follar, tal cual.
Él era consciente de esos miedos que tenía y sólo me pedía que confiara en él, cosa que poco a poco fui haciendo (siempre hubo una parte de mí, hasta el final, que no logró fiarse del todo; es alguien famoso y recibía muchos mensajes, tenía muchos inputs, digamos), pero, que a medida que nuestra relación evolucionaba, confiaba en él.
Siempre fue por mi parte, algo dicotómico, le quería y le quiero, pero algo me hacía ver que no era feliz, había momentos de felicidad absoluta, pero también otros en los que sufría. Estos sentimientos se acrecentaban porque aunque él me jurase que me quería y que estaba enamorado como hacía muchos años (cosa que me consta porque amigas suyas me comentaron que les había dicho que era la madre de sus hijos), yo no lo sentía y puedo asegurar que no soy ni una mojigata ni una chica frágil, simplemente chocaban nuestras formas de querernos.
Siento si estoy siendo un poco caótica.
El tema, y visto desde fuera, es que él es una persona de apego evitativa, si había un problema? huía, pocas veces me demostraba su amor a través del tacto, si había 100 besos, 98 veces me lanzaba yo, si había contacto, casi siempre era yo. Esto a mí me revolvía la vida, vamos a ver, muchacho, si dejo de tocarte un día, es porque estoy esperando a que te lances tú alguna vez a mis brazos, no porque esté enfadada, simplemente no entiendo qué coño te pasa. Aún así, el amor crecía, las cosas de la vida.
En el sexo, acabaron cumpliéndose lo que me habían dicho, lo evitaba, si me lanzaba me decía, lo siento, no puedo, dame paciencia, no hablo de que no lo hiciéramos, pero en los últimos meses lo hicimos una vez y otras cosas a las cuales siempre me lanzaba yo, nunca me pidió nada, nunca me hizo nada, es como si le costase tocarme, de hecho, no lo hacía. Nunca le nació darme placer, NUNCA. Alegaba que le aburría, que no le apetecía. Entiendo que el espectro de cada persona es un mundo, que hay gente que quiere estar todo el día retozando y otros con una vez al mes tiene suficiente. Pero no es el caso de un desequilibrio, es ser una chica sexual estandar y no recibir ni una sola vez en casi un año un empotramiento.
-No habría por qué añadir esto, pero sí tengo una belleza normativa, soy guapa y entro dentro de todos los cánones, de cara a la galería, se puede decir que soy muy guapa. Cosa de la que no dudé hasta verme metida en esta situación; es duro ver que tu pareja no te desea, que no quiere tocarte, que en vez de arrimarse por las noches, coge, se da media vuelta y bye hasta el día siguiente. Esto me ha pillado desprevenida, pero entré en esta relación segura, sensual, sin movidas en la cabeza, ahora estoy bien jodida.
Prosigo
Lo conocí en una ciudad que no es la mía, en la cual vivo (no sé por cuánto tiempo, mi intención era irme una vez acabase lo que tenía que acabar allí), pero le conocí y los esquemas vitales van mutando, como la relación ya era estable, hace unos meses decidí asentarme para forjar algo y dada mi profesión, puedo trabajar desde donde me plazca. Allí conozco gente, pero es cierto que me centré en la relación.
Él se iba a su ciudad a menudo, cosa que nunca me importó; siempre mantuvimos nuestras esferas individuales ajenas y muy saludablemente, casi hasta el final.
Cuál era mi situación? Me veía con un tío evitativo, que si bien me quería, a mí ese amor no me llegaba como debería llegarme en una relación, en una ciudad que no sé hasta qué punto quiero seguir allí, sin sexo y sin sentirme deseada, un poco perdida con mi carrera profesional, etc. Ahí reconozco haber tirado de él, era un momento en el que necesitaba que mi novio estuviese a mi lado, que entendiese mi situación y que arreglase su movida con el sexo, cosa que nunca hizo por mucho que hablásemos.
Los últimos meses yo era muy muy infeliz, intentando ponerle un salvavidas a la relación, pero siendo consciente de que había cosas por las que no pasaría mucho tiempo; a él creo que le pasaba lo mismo, la relación estaba viciada.
Hace mes y medio lo dejamos, una noche le cogí y le dije; mira, cuando nos conocimos yo me sentía como soy, dime si no me deseas, dímelo y me piro, no vamos a estar así (destaco el hecho de que él, aparentemente, nunca le dio la importancia que tenía en realidad a la casuística sexual) (por lo que yo iba cediendo y cediendo y creía que lo único que hacía era pedir demasiado). Esa noche y durante el día siguiente, hablamos de todo y lo dejamos. Lo dejamos para volver? Así quedamos; te amo, esas fueron sus últimas palabras. Como si cada uno fuese a arreglar sus asuntos en solitario, para volver a juntarnos, éramos muy buen equipo joder. Hasta me pidió que no abandonase aún nuestra ciudad, él si se ha ido a la suya, manda huevos.
Desde entonces, no ha vuelto a hablar, le hablé en año nuevo para decirle, mira, sé que te has rendido y cierro esa puerta que dejamos abierta porque así no se puede estar. A lo cual me dijo, sé muy feliz. Te hablé de que cada uno arreglase su vida para poder estar juntos, eso puede tardar meses, pero entiendo que es injusto que uno haya logrado retomarse a sí mismo antes que el otro y que esté esperando sin garantías.
No luchó, creo que no va a hacerlo, ni que va a arreglar sus problemas, ahora, me arrepiento de haberle cerrado esa puerta, ¿¿igual necesitaba más tiempo? ¿nunca me quiso? ¿sólo me quería de forma racional?
Mi situación actual; destrozada, perdida, con la autoestima a cero (tuve problemas alimenticios hace 10 años y siempre quedan resquicios de lo que una fue) arrepentida porque no sé si le pedía demasiado. Queriendo volver con él, pero no queriendo presionarle, así que me voy, pero dudo que me busque nunca, mi cabeza solo ronda estos pensamientos, me veo casi incapacitada para trabajar y mirar adelante. Me siento cero sensual, cero guapa, cero suficiente, reemplazable. ¿Solo pienso? Nunca me deseó? No siente deseo por nadie? Qué falla en mí?
Siempre me respetó, nunca me trató mal, digamos que lo que ha destrozado mis bases de autoconfianza, ha sido esa incapacidad suya para hacerme sentir deseada en un año, ya no sé qué es lo correcto, qué fallo.
Si tanta mujer era para ti, por qué coño no estás luchando? Qué ha ocurrido en este mes y medio para que te hayas rendido? te has rendido realmente? O estás tan centrado en tu trabajo que te es más fácil pasar página a enfrentarte a esta historia? En fin, no sé si he logrado explicarme bien, puedo añadir más información del tintero si así lo necesitáis.
Saludos y muchas gracias, disculpas por el tochaco.