Nunca me imaginé casarme. Es decir, no soy de las típicas que podían tener esa ilusión. Pero en octubre me caso y hombre, ahora mismo con el vestido, las invitaciones… pues tengo sonrisilla tonta y me hace ilusión, no voy a mentir.
Pero mi familia me hunde en la miseria.Es una tontería supongo o quizá es cosa mía que soy muy intensa. No lo se.
Pero parece que todo es un problema y a mi, que me jodan. He llegado al punto de plantearme pasar de todo con ellos, a ver si alguien se digna en preguntar algo.
Mi madre: el vestido le vale todo. Todo es un «lo que tu quieras». pero luego le enseño cosas y todo es NO.
Mi padre: igual que mi madre. Su frase: mujer, un traje normal y ya, que más dará.
A la hora de dar las invitaciones, juntar a mis 3 primas (que viven todas en el mismo puñetero sitio) es imposible. Estos días: ay es que hace mucha calor para quedar. Es que ese finde me va mal. Es que por que no lo hacemos el jueves?
Ni dios pregunta nada. NADA. No te digo que quieras saber mil cosas pero coño, un interés una mínima ilusión.
Al final me he cabreado tanto que, pese a que viven a 40 minutos de mi casa he decidido mandar las invitaciones por correo. Triste pero real.
Decidme que no es tan descabellado que me siente un poquito mal, por favor.