No he pasado más vergüenza en mi vida.
Tenía revisión anual del ginecólogo, el que me ve siempre estaba de baja y me avisó la enfermera de que estaba un sustituto y total como era una revisión pues acepté… ¡¡¡si lo hubiese sabido!!!
Entro en consulta y me atiende la enfermera, me dice que en un momento viene el doctor, que me prepare en la silla y así vamos adelantando.
Me desnudo de cintura para abajo y con la sabanita que te dan me siento espatarrada en el burro, ya sabéis la postura…cuando lo veo aparecer, de verdad lo que hubiese dado por un boquete en ese momento.
Hacía unos 20 años que no nos veíamos, lo reconocí al instante. Él me saludó y se puso hacerme la eco muy atento a la pantalla y cuando acaba, me dice que tengo un pequeño mioma que pasase a vestirme y ahora me explicaba con más detalle, me mira a la cara y se da cuenta que soy yo, y se pone muy contento ¡Qué cuanto tiempo! y esas cosas y yo allí con el potorro al aire. Fue surrealista, de verdad.
Me ha dado cita para dentro de 3 meses para ver como progresa el mioma.
Me dio los datos de su consulta, por si tenía algún problema, que me atendía sin problemas ni esperas. Se ve buen médico, me atendió mejor que el habitual, pero no sé yo…