Los colegios están mucho más concienciados en la diversidad incluso que los gurus educativos, los políticos que hacen las leyes educativas. El problema es que es absolutamente imposible que ningún ser humano llegue a todo lo que se le pide a día de hoy a cualquier maestra. NECESITAMOS MÁS RECURSOS Y PERSONAL PARA ATENDER BIEN A TUS HIJOS.
Lo que ocurre es que esas maestras trabajan una media de 60 horas semanales entre:
– la preparación y programación de cada clase para cada asignatura, nivel, clase y grupos de alumnos que tengas cada día.
– la elaboración de los materiales para cada uno de los 250 alumnos que puedes tener por semana.
– pedir las aulas que necesiten y cuadrar el uso con los demás docentes y dirección del centro. Programar un plan B por si no pudieras usar esa aula o recurso.
– Solucionar los problemas que van surgiendo como que un niño se encuentre enfermo, que hayan problemas con algún alumno conflictivo, etc.
– gestionar cada salida y actividad extracurriculares, gestionando permisos, economía, transporte, alergia, horarios, normas, etc;
– pensar que hacer y prepararlo todo para cada día especial como los dias de navidad, de la paz, de la mujer, de la familia, del libro, los propios de cada comunidad autónoma, de la niña y la ciencia, , de las culturas, Semana Santa/Easter, carnavales/Halloween, etc.
– Corregir y evaluar, creando cientos de rúbricas inútiles pero estrictamente necesarias para cada item posible
– Estudiar los cientos de leyes y decretos que van cambiando cada mes y año. Cosa
que no tiene sentido. Es más, nos dicen que no les expliquemos los cambios a los padres porque ninguno sería capaz de entenderlo (los padres no son tontos y muchos tienen más formación que los políticos que hacen y cambian esas leyes)
– Hartarnos de la tomadura de pelo de la nueva ley o decreto de obligado cumplimiento porque ningún político, ni asesor con sueldo estratosférico, se ha dignado a leer lo que está aprobando. Y se nota porque las meteduras de pata dan para hacer un libro cómico. Y sería cómico si no fuera porque son horas extras de trabajo y tiempo que te quitas de pasar el domingo con tus hijos.
– Crear una programación que nadie entiende ni se lee que solo sirve porque para quitarnos tiempo, fuerzas y vocación, porque es ilógica que es imposible no hay quien se la lea, ni quien la entienda y mucho menos quien la siga pero es imprescindible escribirla, evaluarla e irte basándote en ella en las programaciones mensuales ya anuales
– Hacer una programación interna que realmente sirva pero que a la vez sea flexible para hacer frente a las necesidades y oportunidades que se van planteando.
– Reunirnos con los demás profesores tanto para temas del centro, de las materias, como para temas educativos o comportamentales de los alumnos o sus familias.
– Reunirnos con las familias y hacerles llegar cada una de las informaciones necesarias. Y algunas veces hacer constar esas informaciones como con las notas.
– Tener en cuenta cada problemática de cada familia (separaciones, divorcios, maltratos, peleas, posibles secuestros, resoluciones judiciales, etc). Así como alergias, creencias, etc.
– Reunirte con la madre de siempre que ahora la lía porque le han propuesto que su hija se disfrace de pescadora o cosas por el estilo.
– Asistir a los claustros, las CCPs, etc.
– Ah! Y también dar clases
– Y aguantar al gilipollas que siempre critica porque lo encuentra fácil y simple. Pero que jamás va a ser capaz de hacer tu trabajo.
¿¿¿Sigo??? Porque hay muuuuuuuucho más, pero no quiero cansar demasiado.
Recuerda que aparte de eso, debemos ocuparnos de nuestras casas, de nuestros hijos, de nuestras parejas, de nuestros problemas y de nuestros nuestros mayores dependientes.
Todos somos conscientes de que hay que atender a la diversidad de cada uno de los 35 alumnos, de cada una de las clases que cada una de las profesoras tenemos. Pero necesitamos recursos y más personal. Porque es imposible que todo lo haga una sola persona, aunque sea mujer.
Ah! Y el 60% de nosotras vivimos con el miedo de cuando vamos a perder el trabajo que llevamos más de 10 años ejerciendo. Así que después de todo eso nos ponemos a estudiar las oposiciones. Yo hay cursos enteros en los que no me he permitido el lujo de poder dormir por las noches por falta de tiempo y soy una de tantas.
Así que quien no sepa, no diga. Y quien quiera este trabajo, solo tiene que currárselo como nos lo hemos currado todas. Que si es tan fácil, a nadie le costará.