Estoy embarazada de un mes y una semana, me enteré hace nada, nos ha costado muchísimo conseguir que un espermatozoide de mi señor marido consiguiera atravesar un óvulo mío, pero después de casi quince meses por fin lo hemos conseguido.
Yo estoy que no me lo creo y tengo muchísimo miedo a perderlo, a que salga cualquier cosa mal, a que no cuaje o que por cualquier movida se interrumpa el embarazo. Sé que no hay que pensar así, pero chicas, de verdad que no lo puedo evitar.
No se lo queriamos decir a nadie hasta llegar a los tres meses porque pueden pasar mil cosas, yo vivo en un pueblo, las noticias corren como la pólvora y si (toco madera) pasara cualquier cosa no quiero dar explicaciones, no quiero que me pregunten qué ha pasado, no quiero que se compadezcan ni que me digan cuánto lo sienten.
El caso es que mi madre vino a casa, entró al baño, se encontró con el test, se puso a gritar, lo celebramos los dos con ella, nos besamos, nos abrazamos y nos pusimos muy felices, pero le pedí POR FAVOR que no se lo dijera a NADIE hasta que los médicos nos dijeran que todo iba hacia delante a toda vela.
Pues bien, todo esto pasó AYER y hoy me he despertado con 6 conversaciones de whatsapp dándome la enhorabuena (mis tías y hermanas) y de camino al super esta mañana me han parado dos amigas suyas para preguntarme si no tenía nada que contarles.
He ido hecha un basilisco a mi casa, o sea, en la que vive mi madre y le he preguntado que de qué va, su respuesta ‘soy la abuela, también tengo derecho’.
PERO DERECHO DE QUÉ?!?!?!?!?
Igual estoy siendo súper infantil, pero Dios mediante pienso estar DÍAS sin hablarle.