Por favor, vamos a dejar de llamar «gente con carácter» a los gilipollas maleducados. Eso no es tener carácter, eso es descargar su ira y frustraciones contra la persona que tiene más cerca y que sabe que le aguanta. En este caso, eres tú.
Una vez dicho esto, tienes dos opciones. O le paras los pies, o te vas para no volver. Hubo unas veces que me pasó lo mismo con mi marido hace muchos años, él estaba pasando una situación estresante y la primera vez me habló así, me quedé flasheada. Él negó haber hablado con ese tono… La siguiente vez, le pedí que repitiera la misma frase, en el mismo tono, para ver si le parecía normal lo que estaba haciendo. Se dió cuenta y reculó, pidiendo perdón.
Lo que no puede ser es que esa forma de hablarte y faltarte al respeto se convierta en lo normal. Porque si él no te respeta, acabarás por no respetarte a ti misma. No lo permitas…