No nos has contado cuánto tiempo lleva en la terapia.
Por supuesto no debería enfadarse contigo, pero no me parece tan extraño que lo sienta como algo muy propio. Paso a contarte.
Hace algunos años, a mi gran amiga le diagnosticaron una enfermedad complicada (muy complicada, aunque no mortal). ¿Y sabes? Nunca pude explicar por qué me afectó tanto. Digo, es lógico que me afectase algo que daña a mi amiga, pero es que también tenía pesadillas, todos los días me largaba a llorar en la ducha, lloré hasta delante de mis profesores, con decirte que hasta fui a hablar con un sacerdote porque me vino hasta una crisis religiosa (y ni soy muy religiosa). La terapia me ayudó, aunque tomó tiempo. Pero lo que te aseguro es que me esforcé para que ella no viese todo esto (al menos lo intenté), porque algo que tenía claro es que la «protagonista» de la historia era ella y no yo. Pero claro, era fácil para mí ese ejercicio porque aún siendo mi amiga cercana, no pasábamos tanto tiempo juntas como el que supongo que tú pasas con tu novio…
Con todo esto no trato de darte una respuesta o solución, pero al menos trato de comentarte que no es algo imposible de ocurrir. Que probablemente no hay maldad. Pero que mientras la terapia no hace lo suyo, él tendrá que poner de su parte y entender que su reacción tiene el potencial de revictimizarte, que si lo que quiere es «defenderte» entonces que te defienda de sí mismo, y que sí puede hacer algo por ti hoy y ahora, que es respetarte (cosa que no hizo el otro tipo), respetar tus decisiones, y respetar tus tiempos para hablar y no hablar del asunto .