¡Buenos días!
El tema es un poco largo (chapa mode ON), así que intentaré ser lo mas concisa posible, porque aunque tengo claro el tema a tratar, las ideas se amontonan en mi cabeza.
Llevo con mi pareja 15 años y tenemos hijos en común.
Desde el principio de la relación, mi relación con sus padres ha sido difícil. Yo soy una persona que me gusta complicarme 0 con la gente y si tengo que aventarlos de mi vida normalmente no me tiembla la mano, soy muy expresiva, digo las cosas a la cara y mi estado de animo se ve a millas de distancia, no me gusta ser una bienqueda… en fin, que quizá esto de las relaciones sociales no son lo mio XD.
Mis suegros tienen una mente bastante antigua y machista a pesar de no ser tan mayores (60-65 años), mi suegra por su parte es una señora que adora que le bailen las aguas, hacer todo a su manera y aparentar, dice que la mujer tiene que servir al hombre porque para eso es el matrimonio y mil sandeces mas, por otra parte mi suegro es el típico machista que las mata callando y si no te manda a fregar.
Como podéis ver son unas personalidades que chocan mucho y obviamente aunque me ha tocado callar y aguantar en infinidad de ocasiones, en alguna que otra reunión familiar han saltado chispas.
Luego nos encontramos que por mi parte todos estos malestares yo los compartía con mi pareja y por su parte mi suegra hacia lo mismo con su hijo, en definitiva, él loco perdido.
Estuve aguantando mucho hasta que un día, a los 6-7 años de relación, la cosa petó, tuvimos una bronca monumental mi suegra y yo, me faltó el respeto a mi y a mi familia, le hice la cruz a mi suegra, me desvinculé de la familia y me planteé muy seriamente separarme. Estuvimos un par de años sin tener contacto hasta que compramos una vivienda y por petición de mi pareja volví a juntarme con ellos.
La cosa fue mas o menos aguantando hasta hace unos 4 años, intentaré ser muy breve porque es algo muy fuerte. Tuve una bronca fuerte con mi pareja porque, por un tema que no viene mucho a cuento, yo me sentí traicionada. Esto me llevó a pasarlo muy mal y le planteé la separación porque no me veía capaz de superarlo. El me rogó que las cosas no eran como parecían y que no se merecía aguantar aquello y como yo no cedía se ahorcó en un árbol de casa. Yo lo pillé a tiempo, y aunque me lo encontré «muerto» pude reanimarle y vino la ambulancia a por el.
Como os podéis imaginar yo estaba en shock. Empecemos la juerga. Mi suegro le dijo a mi cuñado, estando yo y mi familia en la misma sala, que si tenia problemas conmigo lo que debería haber hecho era prenderme fuego en vez de colgarse el, pero estábamos todos tan en shock que no pudimos ni supimos reaccionar de ninguna manera. Después mi suegra obviamente me echó a mi las culpas de que su hijo se hubiera colgado y me dijo que le mintiera a los psiquiatras porque a ver si iba a quedar marcado para toda la vida por haber intentado quitarse la vida, que a ver si no iba a encontrar trabajo (a día de hoy sigue trabajando en el mismo sitio que trabajaba entonces), que a ver que iba a decir la gente, que lo iban a señalar. Como yo hice lo que tenía que hacer (no mentir a los médicos en pro a su salud) empezaron a liarmela en los pasillos del hospital, siempre a espaldas de el (modus operandi habitual). Desde ese momento dije nunca más.
Ha pasado el tiempo, yo jamás he negado ni a mi pareja ni a mis hijos de disfrutar de esa parte de la familia, la única condición ha sido que yo no quería estar presente y así ha sido siempre, cuando mi pareja podía/quería se iba con los niños para allí y yo me quedaba sola disfrutando del tiempo para mí, todo ventajas oiga.
Pero, y aquí viene el por qué de este post, mi pareja me pide que vuelva a tener relación con ellos, aunque sea cordial, porque le duele no poder tener a su familia completa, que vayan ellos allí y yo no esté, que no acepta que si quiere invitarles a casa yo decida irme mientras están aquí, que si se juntan con el resto de familia que le pregunten por qué yo no estoy.
Y claro, yo aquí me encuentro en una encrucijada, porque por una parte entiendo su dolor, pero por otra parte entiendo mi dolor y todo lo que he pasado y a día de hoy yo no puedo ni mirar a la cara a esta gente porque se me revuelven las tripas.
Lo hemos hablado muchas veces y al final me siento como la mala que no quiere ceder, pero de verdad que yo vivo mucho mas tranquila desde que no tengo que aguantarlos…
Total, que este fin de semana hablando con mi pareja me ha dicho que este tema le quema por dentro y que no sabe cuánto va a aguantar y, con otra palabras, que si no cedo nos separaremos.
Yo no sé que hacer, por un lado pienso venga va que no es tanto, vas una vez al mes, haces el papelito y pa tu casa tranquila y todos contentos, pero por otra parte es que os digo en serio que me produce un rechazo impresionante, que no puedo con esta gente, es que no puedo ni mirarlos a la cara como para plantarme en su casa como si fuéramos tan amigos… Por otra parte pienso, el (y los niños) pueden disfrutar de su familia, ¿por qué me tengo involucrar? ¿Por qué no me entiende y esto me va a costar la separación?
Bueno, entiendo que este tema puede generar miles de opiniones diferentes y probablemente la mayoría hayan pasado por mi cabeza (de ahí mi come-come). Muchas gracias por haber leído mi chapa y a la espera estoy de leer las vuestras.