Ayer se empeñó en llevarse a mi hijo de dos añitos a pasar el día en su casa, ya que ha comprado una piscina hinchable para que el juegue.
Mi marido y yo no podíamos ir, teníamos que trabajar los dos así que por esa nos venía bien.
Le preparé un par de mudas y le puse crema en casa, le eché el bote en la mochila y se lo dije, que lo llevaba allí que le pusiera cada rato, mi hijo es pelirrojito así que imaginaros la piel tan sensible y blanca que tiene.
Pues ella con todo explicado, no le volvío a poner crema, mi hijo llegó que parecía una gamba, rosa rosa,le pregunté lo de la crema y me dijo que yo le había puesto que para qué se la iba a poner, total que el pobre se pasó el día al sol sin nada más que un gorro como protección.
La noche la ha pasado llorando, no le hemos podido llevar a la guarde y esta tarde le llevaré al pediatra, porque la farmaceutica me ha dado una crema, pero creo que es mejor que lo vea su médico.
Estoy muy cabreada, mucho, ya la he llamado y le he contado lo del niño y la noche que ha pasado y es que le da igual, es una orgullosa que ni para disculparse sirve, es más me dice que de toda la vida los niños se han quemado un poco y que con nivea se soluciona.
No le voy a impedir que vea a su nieto, pero a partir de ahora con nosotros delante.