Cada año que pasa menos me gustan estas fiestas.
Hace unos 6 meses mi hijo de 18 años dejó de comer carne, pescado y todos sus derivados, es vegano. Yo creo que ya es lo suficientemente maduro como para decidir lo que quiere comer y lo que no y lo respeto. En casa le hago su comida y nosotros pues seguimos nuestra dieta habitual.
Ya os imaginareis las charlas que se lleva el pobre de todo el mundo, «con lo bueno que esta un filete». Que sin son tonterías y que ya se le pasará, que a lo mejor se le acaba pasando pero nosotros hemos decidido respetarle.
El problema viene ahora con la comida de navidad y mi suegra, ella dice que no piensa hacer otro menú para él, que siempre ha hecho lo mismo en su casa y que no le hace nada por tonterías del niño, tal cual.
A mi no me ha sentado nada bien, pero como es su casa pues me aguanto y le llevaré yo su comida.
Mi hijo dice que no va, que si para otros primos, hay uno que tiene alergia a la proteína de la leche de vaca y si le hace y le compra su comida especial, qué porqué a él no y creo que lleva su parte de razón.
Yo por mi me quedaba en mi casa y fuera problemas, pero mi marido quiere comer con sus hermanos, hay dos que viven fuera del país y vienen para ese día.
Vay rollazo de fiestas, de verdad