Le das tu más importancia de lo que le daría la gente. Normalmente nadie va mirando los pies de la gente (a menos que este obsesionada como tú). Piensa que te van a mirar más incluso si en pleno agosto vas en bambas. Te los cuidados, bien arreglados y disfruta de ellos, ponte chanclas, vete a la playa. No merece la pena amargarte por nada, y mucho menos x algo que no depende de ti no puedes cambiar. Besitos

Hola Laura! Mido más o menos como tú y calzo un 40 y además mi dedo gordo parece un champiñon, de niña y al principio de la adolescencia no me gustaba nada enseñar los dedos de los pies (los ñoños en mi tierra) pero comencé a fijarme en los pies ajenos y, como Beatriz, me di cuenta que dificilmente un pie puede ser realmente bonito. Así que decidí comprarme todas las sandalias que me gustaban y ahora casi que no uso otra cosa (vivo en Canarias y aquí puedes ir en cholas casi todo el año) también desarrollé un gusto extraordinario por los esmaltes de colores divertidos y a quien no le guste que no mire. Ya no siento complejo con mis ñoños gordos (aunque ellos son iguales, la que he cambiado soy yo) y por la talla no te preocupes, hoy en día puedes conseguir zapatos bonitos hasta una 42 y si alguien te dice algo al respecto contestale «tremendo monumento como yo, debe tener una buena base» y a correr. Ánimo guapa, la solución está en ti.

Hola!

Mi hermana mide lo que tú y tiene un 42, y yo nunca he pensado que tenga los pies grandes, no porque sea mi hermana sino porque los veo normales. El complejo está en ti, a mi no me gustan mis pies porque son feos pero intento luchar contra el complejo porque al final, como tú dices, es algo que no se puede cambiar.
Puede que lo «normal» sea 38-39 y que cuando digas que calzas un 41 te digan ‘buah, no veas, un 41’, pero vamos, ya te digo que eso es ignorancia. Nadie va a pensar que tienes unos pies desproporcionados porque no es así. Acéptate, disfruta de lo que tienes, así estás perfecta.

No te preocupes por eso. Los pies son una parte del cuerpo en la que cuando vas por la calle andando, casi nadie se para a mirar. En cuanto a la ‘desproporción’ no es para nada raro. Mi madre mide 1,60m y calza un 41, 5 así que nada de rarezas. Tenemos que amar nuestro cuerpo tal y como es. Y al que no le guste como somos, que no nos mire. Un bezazo.