Tenía dos amigas de la infancia. Una de ellas y yo nos fuimos a trabajar al extranjero y la otra se quedó. Allí mi amiga conoció a su pareja y se quedó, y yo me fui a otro país a provar suerte con otro trabajo. Comocí al que hoy es mi marido allí y,desde el principio, me dieron muchas largas cuando las animaba a conocerlo (después de 5 años, aún no lo conocen). Esta amiga vino a un concierto a la ciudad donde yo estaba y fuimos juntas. Allí le dije que había conocido a alguien y nos íbamos a vivir juntos. Me puso cara rara porque ella aún no vivía con su pareja con la que llevaba más tiempo, pero no le di importancia.
Meses después, mi novi9 y yo decidimos casarnos y las invité a mi modesta boda: la ceremonia y después una comida entre amigos y unas copas para celebrar. Ante la excusa de que era fuera del país, les propuse facilidades económicas si lo necesitaban y alojamiento, pero, excusa tras excusa, no vinieron. Intenté entenderlo y lo dejé pasar, hasta que me enteré que se casó la que vivía en otro país y a la suya si fueron, por las fotos que me llegaron, un bodorrio de película en un paraíso de pasta gansa, y ellas espectacularmente guapas y mucho más delgadas que antes. Como se deduce, a mi ni me invitó, me enteré por su madre cuando volví al país.
Aquí, de camino al trabajo, me encontraba con la que siempre se quedó en el pueblo y me esquivaba cuando podía y cuando no, le decía de quedar y me ponía excusas de que estaba muy liada (por su madre me enteré que estaba en paro) y me miraba mal de arriba a abajo (puede que porque yo si había engordado y, comparada con ella, vestía trapos, no sé…).
Ella vio que estaba embarazada y ni la enhorabuena, ni cómo estás ni nada, así que dejé de irle detrás. La otra, que vive en el extranjero, me agregó al insta hace poco. Pensé que quería retomar la amistad. Conversamos un poco y me dijo que había sido madre. Yo le di la enhorabuena, le pregunté cómo se encontraba y le dije que yo también tenía una hija y, con mucho esfuerzo, nos habíamos comprado una casita. Ahí acabó la conversación. Hace unos días veo una foto con todo el grupo y la susodicha, que había venido a España de visita con el bebé y el marido. No hubo ninguna discusión entre nosotras ni nada.
Lo único que se me ocurre es que dejaran de hablarme por racismo, ya que mi marido es afrodescendiente, o porque los dos estamos gordos y les da verguenza ajena, o por envidia de que las cosas me hayan ido bien o yo que sé. Ya paso de ellas, pero con el corazón roto porque yo las quería como hermanas.