Mi dejó hace dos dias, por teléfono y no logro ver la luz del sol. Todo el mundo dice que es cuestión de tiempo, que de todo se sale, que me ha hecho un favor, que debo quererme más a mi misma y la teoría está muy bien, pero en la práctica todo cambia. No logro dejar de pensar en su piel, en su cara, me giro y parece que le veo, lo amo de una manera sobre humana y no paro de culparme por todo lo que hice mal. No paro de recordar buenos momentos, aunque tampoco fueran estupendos a mi me llenaban el corazón. Me despierto, voy a trabajar y digo: ¿para qué? Si yo iba a trabajar con la ilusión de verle el fin de semana, de llegar final de mes y tener dinero para hacer cosas. Y ahora nada.
Pienso en mi cumpleaños que es dentro de 12 días, en las navidades y digo: ¿para que? Si tenía ilusión de pasar mis navidades con él aunque no hiciéramos nada especial, de recibir tu regalo, de acabar el año esté pésimo a su lado, de comprar regalitos juntos. Y ahora nada.
Pienso en continuar mi vida, en recomponerme, en centrarme en mi trabajo y en que vayan pasando los meses. Pero luego pienso que para qué, si mi trabajo no me llena y no me deja hacer cosas que si me gustan pero que no puedo por dinero, si mi vida no me llena. Si llega el fin de semana y no tengo con quién compartirlo, si llegan las fiestas y llegarán las vacaciones de pascua, verano…. y no tengo nada seguro ni con quien pasar ese tiempo…
Como ves estoy hundida, sin ilusiones, sin ganas de vivir y no sé cómo hacerlo. Mis últimos años, desde los 14 han sido todos dedicados a otras personas, a apoyarme en otros, a saber que “no estaba sola” porque alguien me “quería” a nivel romántico. Salvo diferentes lapsos de tiempo como unos meses siempre he acabado en una relación y entregando mi vida a otra persona y aunque a veces no me hacia feliz y me hacia dudar, al final era lo que elegía día a día y lo que me hacia sentir cómoda y tranquila.