Hola Gemma! si bien ir al psicólogo nunca está de más, te contaré mi propia experiencia y lo que entendí a través de ésta. A mí me pasó hace unos años y la verdad es que sigo teniendo un poco de «secuelas», es decir, sigue costándome llorar aunque no tanto como entonces. Realmente lo que te sucede es una «contradicción» de sensaciones, tu «corazón» o tu yo interior sufre y piensa de una determinada manera, mientras que tu mente está en otras cosas, es una especie de «shock». Creo que la sociedad de hoy día, tal y como la estamos concibiendo y como se está desarrollando nos está dando (fuertemente) una de cal y otra de arena (por lo que creo que cada vez esto nos pasará a más gente); si a eso le sumas tus problemas personales, puede ocurrir lo que te está ocurriendo.
Yo también me forzaba a llorar muchas veces y todavía no tengo claro si es bueno o malo eso de forzarse, porque tampoco llegas a nada como conclusión (q conste que antes era muy llorona y sensiblona, a la primera de cambio estaba haciendo pucheros). Pero, como te dicen por ahí arriba, escribe. Parece una tontería, pero desahógate con el papel, cuéntale todo lo que te ocurre, todos tus problemas, investiga por qué crees que no puedes llorar, suéltalo todo… No tanto para desahogarte, que también, sino para leerlo después y ser consciente de cosas que pasan desapercibidas. Hay veces que, por mucho que sintamos, no somos capaces de saber qué hay detrás de eso. Por ello, analízate, escríbelo, y con tiempo y espacio vuelve a leerlo. Normalmente vamos en piloto automático, y casi no nos acordamos de experiencias pasadas, o las recordamos como mejor le conviene a nuestra cabeza. Por eso lo de escribir, quizás lo que escribas hoy te parezca una pasada cuando lo leas dentro de 3 meses y logres entender por qué te sentías así. Es un «feedback» constante si dejas constancia de lo que crees que te ocurre.
Te conocerás mucho más de lo que crees que te conoces, y si bien es cierto que no es fácil llegar a una conclusión sobre qué es lo que te pasa, te va a ayudar a saberlo. Piensa que nos estamos conociendo a nosotros mismos todos los días, por ello, no seas dura contigo, no te fuerces en exceso ni te calientes la cabeza por no poder llorar, cada cosa tiene su tiempo y espacio, no te agobies, eso es lo primero. Yo intentaba forzarme, y creo que eso tampoco es «lo más adecuado», ya que hay veces que hay que ir a la raíz del problema (aunque no es fácil).
Espero que poco a poco te encuentres mejor, un abrazo!