Escribo esto sobre todo a modo de desahogo. Quizás a otras personas que sufrieron bullying también les sirva.
Me da coraje cuando me refiero a las personas que me hicieron bullying como «malas personas» y me dicen que clasificarme a mi de «buena persona» y a ellos no es «infantil» o «inmaduro». Seguro que esos profesionales de la salud mental saben más que yo, pero aun así, me chirria, sobre todo porque al menos en mi caso, no estoy mintiendo. Yo no he sido perfecta pero desde luego en comparación a la gente que me jodió en su día (no niños, estábamos en el instituto y algunos eran mayores de edad que ya sabían lo que hacían) sí que era una buena persona.
Cuando mis compañeros me dejaban sola, se reían de mi nada más verme pasar, me tiraban cosas o me llamaban «bicho» entre otras cosas desagradables, yo estaba ocupada en mis cosas sin molestar a nadie, o acercándome a otras personas igual de solas para que no se sintieran igual de mal. O al menos lo intentaba porque el maldito «efecto rebaño» hacía que como me veían siendo la marginada, casi nadie quisiera acercarse a mí para que no le pasara lo mismo. Yo debía ser rara o tendría más inteligencia emocional, porque jamás pensaba cosas así de desagradables de nadie, siempre les daba una oportunidad. Y no lo digo por fardar, son hechos, yo era una mejor persona que los demás, y no me hace infantil contarlo. Que hayan cambiado hoy en día o no es otro tema, digo en esos momentos
Estoy segurísima de que nadie ha crecido traumatizado por mi culpa, como yo sí he crecido muy traumatizada y con varias heridas emocionales, con trastornos de alimentación provocados por la inseguridad que me hicieron tener haciéndome dudar de todo lo mío y muchísima ansiedad por culpa de ellos.
A los 13 años quería suicidarme. Y no lo digo por decir o para que queden peor, no sacaría nada siendo tan cínica y menos con este tema, es la verdad. Y me entendereis si digo que hoy en día, aunque se arrepientan, no podrían hacer nada por quitar eso. Una niña así de pequeña no debería ni pensar en esas cosas. Hoy en día como mucho podrían pagarme las terapias a las que llevo años yendo para poder tener una vida normal.
Y la tengo. Me independicé, tengo mi trabajo, mi dinero para mis cosas. En general vivo bien y sin embargo la sombra de todo eso me sigue acechando y dando pesadillas de vez en cuando hoy en día, y por más que lo comento en terapia y me aconseja que lo «deje ir»… Yo lo intento, pero no encuentro forma de soltarlo. No puedo tener un cierre, sobre todo cuando pienso que lo que para ellos fue una cosa de críos y ya lo habrán olvidado, para mi fue un trauma que no me ha dejado vivir en paz, y sin haber hecho nada.
Al menos me consuela saber que, como mencionaba, yo nunca jamás voy a tener una responsabilidad y unos remordimientos tan grandes de saber que por mi culpa alguien creció con traumas y fue tremendamente infeliz. Ellos sí, y aunque suene infantil según algunos, estoy orgullosa de haber sido una buena persona genuinamente desde siempre, de esas tan buenas que decían «de buena eres tonta» y la gente se aprovechaba. Pero no me arrepiento. Son las malas personas aprovechadas las que deberían avergonzarse de ser así, no nosotros.
En fin, a estas alturas no creo que tengan valor para buscarme y disculparse. A lo mejor siguen sin tener suficiente inteligencia emocional para saber que todo eso hacía daño. Yo mientras seguiré buscando alguna forma de que me deje en paz.