Voy a sonar superficial, pero mi marido se “está dejando”. Está calvo con cuatro pelos y ha engordado. Yo tampoco soy una top model, pero intento estar lo más atractiva posible, dentro de mis posibilidades, para seguirle gustando. Y gustarme a mí, claro. Me encantaría decirle, sin ofenderle, que tiene que cuidarse un poco más, raparse el pelo (porque, en serio, le queda horrible el peinado ése para ocultar lo evidente que se hace), comer un poco más sano, salir a caminar, comprarse ropa de vez en cuando…pues lo normal que hacemos todos, tampoco me parece mucho pedir. En general, nuestra relación va bastante bien,hemos pasado dos baches, pero los hemos superado.
Nos queremos, nos respetamos y cuidamos mutuamente, pero físicamente, siento que ya no me atrae como antes y está repercutiendo en el sexo,que cada vez hay menos. Varias veces se lo he intentado decir, y no todo junto, sino cuando procede cada cosa, si surge algún momento en el que la conversación fluya, pero siempre se lo toma a la defensiva. Se enfada muchísimo y me dice que si no le gusto, lo deje y me vaya con otro que esté más bueno que él. Después de esto, ya viene el silencio y no sigo abordando más el tema. Siempre es lo mismo y ya no sé qué más puedo hacer y, a la vez, esto que me dice, me hace plantearme si de verdad lo estoy intentando cambiar y no sé si tengo ese derecho. O es simple, me está dejando de gustar y ya esto se está convirtiendo en el principio del fin.