Estoy un poco hasta las narices de mi novio, ha llegado un punto en el que ya me planteo si es que no quiere seguir conmigo, si no estamos hechos para estar el uno con el otro o si realmente yo soy demasiado exigente y me estoy pasando.
Llevamos juntos desde los 22 años, empezamos en el último año de universidad, ahora vamos a cumplir 31. Yo vine a vivir aquí por la carrera y él es de aquí, vive con sus padres.
Pues bueno, yo estoy un poco hasta la seta de compartir piso, de tener nuestro espacio, nuestra intimidad. Así que llevo desde los 28 dándole la matraca con que nos vayamos a vivir juntos y nada que no, que no quiere, que quiere seguir viviendo con sus padres.
Dice que no tiene dinero ahorrado, que es un gran paso y quiere tener un ‘colchón’. ¿Sabéis cuánto dinero tiene en la cuenta? ¡¡¡Más de 20.000€!!! Si eso no es un colchón pues no sé, igual necesita que le toque el gordo de Navidad.
Es que de verdad, necesito vivir con él porque necesito saber cómo funcionamos en la convivencia, es que imagínate que luego sale mal y lo tenemos que dejar… Vamos a ir a hacer DIEZ años juntos!!
Que yo sé que me suegra es un encanto y que vive como un rey… Pero tío, ¿tanto estoy pidiendo?