Han cambiado a la camarera de mi bar de confianza, donde desayuno cada mañana.
Tan solo están el dueño y la camarera, hasta hace poco la chica que estaba encantadora, a pesar de estar siempre a tope de curre tenía tiempo de saludar, preguntar qué tal, la veías muy activa y fenomenal con todo el mundo. Lo que pasa es que se tuvo que mudar de ciudad y se fue.
La camarera que está ahora pues bien, sin más porque todavía no nos conoce a los habituales pero mucho cuidao con lo que me hizo a mí esta mañana. Yo siempre desayuno café con leche y un pincho de jamón pequeño, es mi desayuno desde hace muchos años, el dueño me ve entrar y ya me lo prepara. Bien pues esta mañana entro y ella me dice desde la barra que ya me prepara ella lo mío. Me siento y al poco me viene a la mesa con un café con leche y con una tostada de pan con tomate machacado que es que no os haceis a la idea del asco que me da el tomate así. Le digo con muy buenas formas que lo mío es un pincho de jamón y me dice, CUIDAO, que ya lo sabe pero que pruebe a cambiar por la tosta con tumaca que me vendrá mucho mejor y me encontraré mejor el resto del día.
CUIDAOOOO la tía! Le digo que se lo agradezco pero que a mí eso no me gusta y que si por favor me puede traer el pincho y todavía tuvo tiempo de decirme que el jamón serrano así a diario era terrible que ella lo decía porque lo sabía y que mi cuerpo me iba a agradecer empezar a cortarme con algunas cosas.
Luego me lo trajo, me lo comí y me fui como siempre, ella solo me sonrió y me deseó buen día pero es que la gente no tiene dos dedos de frente. A quien se le ocurre hacer eso y quedarse tan ancho. Es una falta de respeto y una intromisión en la vida de gente a la que no conoces de nada increíble. Es que se debe de ver a si misma como salvadora de gordas y me parece tremendo.