Reproducimos un testimonio que nos llega a [email protected]
Os cuento cómo fue reencontrarme con mi primer amor después de 15 años.
Mi primer amor fue un chico de mi colegio del que llevaba pillada muchos años, literalmente, todo el instituto. Por aquel entonces yo no sabía si le gustaba o no, aunque intuía que sí, pero nunca lo hablamos (lo que tiene ser preadolescente y tímida). Cuando estábamos en segundo de la ESO me dijo que estaba empezando a salir con una chica y que estaba muy contento, lo que partió mi pobre e iluso corazón infante en 300 piezas y, con una sonrisa falsa de narices, le dije que me alegraba mucho. Luego vino el desamor, escuchar a Alex Ubago para retroalimentarme, sentirme feísima (¿por qué cuando éramos pequeñas asociábamos que si no le gustábamos a un chico era porque teníamos un problema NOSOTRAS? ¿alguien me lo puede explicar?) etc. Cuando conseguí superarlo, porque todas sabemos que a esas edades sufrir un desamor dolía que te cagas, yo seguí con mi vida e intenté (con bastante éxito) seguir siendo amiga suya, pero sufriendo por el camino. Mucho, muchísimo, yo quería estar con él y lo sabía de sobra. Quien no lo sabía era él.
Pasaron un par de años, en los que yo me lié con chicos también, nada muy serio pero sí que tuve mis cositas. Cuál fue mi sorpresa que cuando este chico se enteró de eso, se puso celoso (nada exagerado, pero sí que lo noté en cómo me decía las cosas). Así que, un día estando en grupo tomando unas cervezas, me dijo de repente que yo le gustaba desde siempre, que se arrepiente mucho de no habérmelo dicho antes, y que llevaba una época fatal con su novia porque me tenía mucho en la cabeza. Yo en estado de shock, le respondí que me pasaba igual, que llevaba años gustándome y nunca había dejado de hacerlo. Sobre todo nos dijimos mutuamente que qué imbéciles éramos por no habérselo dicho al otro antes. Total, yo no me quería meter en ninguna pareja, siempre he respetado eso. Así que inconscientemente me alejé un poco de él, por no liar más las cosas, aunque ya estaban liadas. Cortaron a los dos meses de haber tenido nosotros esa conversación y lo que vino después, como suele decirse, es historia. Salimos durante tres años y fue maravilloso, lo acabamos dejando por incompatibilidades, ya que yo quería irme a vivir al extranjero un tiempo y él quería quedarse aquí, asi que decidimos que era mejor cortar (pero ambos seguíamos muy enamorados, por lo que fue super doloroso).
Seguimos en contacto de vez en cuando, pero la verdad es que se fue perdiendo la relación y acabamos por no saber nada del otro durante mucho tiempo. Él se volvió a emparejar, yo estuve living la vida de soltera en mi tiempo fuera de España. No sé si sonará extremadamente romántico, pero seguía enamorada de él, no quería otra pareja. Volví a mi ciudad para pasar las últimas navidades, y me lo encontré en una fiesta en casa de un amigo. Nos fundimos en un abrazo y estuvimos hablando un rato largo, me contó cómo le había ido, en qué trabajaba y demases de la vida adulta, y nos estuvimos riendo un montón, nuestra química seguía intacta, como si el tiempo no hubiera pasado por nuestra relación. Yo sentí de nuevo mariposas en el estómago, y noté que él también. Al acabar la fiesta me acompañó a casa y estuvimos a solas un rato largo. Me dijo que ya no estaba con su novia, que lo dejaron hace un par de meses. Obviamente, me lancé a su cuello, no podía dejar escapar la oportunidad de volverle a besar. Y así, con un frío terrible de finales de diciembre, me besé apasionadamente en un sitio cualquiera de una calle cualquiera de una ciudad cualquiera de Madrid, con el que fue y ha sido siempre el amor de mi vida.