Hola,

Creo que salta a la vista que ha sido una experiencia dolorosa para ti, que aunque no lo quieras reconocer abiertamente sabes que te ha hecho daño, y lo lamento. Seguro que vendrán mejores, no lo dudes. Pero esto servirá «para algo» y es para darte cuenta que hay algo en ti que tienes que desaprender. Lo digo porque me recuerdas un montón a mi hace años y tus posts los podría haber escrito yo en su momento.

A mí lo que me pasaba es que desde niña nunca me sentí querida por mi entorno (no voy a entrar en detalles), pero yo estaba convencida de que merecía amor, así que a partir de cierta edad soñaba con que a la que viviera mi vida fuera de casa y viera mundo, algún chico iba a encontrar que seguramente al poco de conocerme me iba a encontrar maravillosa y me iba a querer tal como soy (por fin!). Pero en vez de eso me llevé unas cuantos golpes. A mí me educaron de una forma muy dicotómica, que todo es blanco o negro, bueno o malo, sin matices. Eso me causaba grandes angustias, porque como yo creía (y sabía) que era buena entonces si alguien me hacía daño era malo. Y eso no es así. Hay muuuuuchos matices. Y además esperaba que cuando alguien me hiciera daño la gente alrededor se pusiera de mi lado, y defendía a capa y espada lo mal@ que era esa persona, buscando más y más detalles en su conducta, como si quisiera acumular evidencia en su contra para convencer así a la gente alrededor y que lo señalaran por fin «como mal@» y sentir el apoyo y comprensión de la gente, en otras palabras, su afecto. ¿Sabes por qué hacía eso? Porque estaba desesperada por sentirme querida. Pero aprendí que el mundo no funciona así, que la gente no se ponía de mi parte aunque acumulara mil detalles «en contra» de esa persona que tanto me había herido. Porque hay más de dos colores, y yo solo ofrecía dos «conmigo o contra mí». Y la gente tal vez no se ponía en mi contra, tal vez simplemente no se quería meter o no le daba mucha importancia, pero cualquier cosa que no fuera apoyo absoluto a mi y machaque a la persona que me había hecho daño lo interpretaba como «contra mí». Y eso duele mucho.

La base de todo en mi caso fue una mala infancia y adolescencia, donde me faltó algo básico para un ser humano y más para un niño, el afecto. Y además una autoestima en niveles cercanos a cero, aunque no me lo parecía. Pero a base de hostias, tiempo y terapia, aprendí a quererme y a compensar con amor propio el amor que me faltó durante tanto tiempo, y a dejar de ver el mundo solo en dos colores. Te aconsejo que busques ayuda profesional, porque creo que igual que a mí, te puede ayudar mucho más de lo que crees.

Lo superarás porque se nota que eres fuerte y que tienes ganas de luchar. Todos estos mensajes que te dices a ti misma sin darte cuenta «yo paso», «ahora veo que es un imbécil», etc. es tu resiliencia (grande como la copa de un pino, ole) que te mantiene fuerte y va a ayudarte a salir adelante. Busca ayuda, de verdad. Aunque no te lo parezca. Pídela y verás como poco a poco verás más colores y te entenderás mejor a ti misma y al mundo.

Un saludo y mucho ánimo.