Hola chicas!
Cuento esto por aquí… un poco el resumen de los pensamientos que se pasan por mi cabeza y que no me decido a contar ni a mis amigas…
Os pongo en situación: hace unos 6 meses empecé a quedar con un chaval de Tinder (sep… yo que no le veía esperanza a la app), y al poco de quedar por una serie de circunstancias me dijo que él no buscaba nada serio, yo le dije que no quería un follamigo… total que seguimos quedando después de eso (yo me lo tomé como una terapia para mis «traumas» con el sexo, y durante varios meses seguimos quedando, saliendo, dándonos muestras de cariño en público, e incluso conoció a algunas de mis amigas y yo a algunos de sus amigos. Y yo mientras, cada vez que sentía mariposas en el estómago me decía, «sois sólo amigos». El caso es que hace un par de meses yo no podía más con esa situación y le dije que me gustaba para algo más que una amistad. Su reacción: un largo beso, un fuerte abrazo, y otro beso. De ahí nos despedimos y cada uno a su casa… aunque yo me quedé esperando una «respuesta clara» a lo que le dije, y así sigo.

Y así han pasado seis meses… es un chico ultradespistado al que siento que tengo que ir detrás siempre para hacer planes, quedar, o simplemente hablar, y esto me mina un poco la moral, porque me llego a preguntar si es porque él es así, o porque directamente como no me considera su novia, ni siquiera se le pasa por la cabeza…

La solución «rápida» sería hablarlo… pero me da bastante miedo la verdad, porque a raíz de una conversación inicial que tuvimos, sé que es un tío al que le agobian las «etiquetas», y que necesita de espacio personal a raíz de problemas con pasadas relaciones, así que el hablarlo podría agobiarlo (y yo que soy bastante directa para decir las cosas pues la puedo liar).

Así que ahí tenéis la indecisión de mi vida en el momento… hablarlo y dejarlo claro con palabras, a costa de que se pueda agobiar, o dejar el tema fluir (dado que cuando estamos juntos estamos los dos a gusto).

(Lo siento por el tostón chicas…! xD)