Y sí, sé que el título puede sonar algo agresivo pero prometo que lleva detrás una idea razonada y coherente. Mi intención es mostrar una realidad en la que puede que algunas personas ni hubieran reparado.
Os pongo en contexto antes de que me llueva la lluvia de críticas: ex-gorda presente. Ex-anoréxica presente. ¿Cómo se entiende eso? Pues porque toda mi vida fui gorda, gorda de las que son chicas enormes, que aparecen como la más grande de la fotografía de su clase, que no bajan de la talla XL al comprarse ropa de niños y que llegada la pubertad le salpican insultos y bullying por todos lados.
Diecinueve años, arrastrando la etiqueta conmigo, y por una serie de problemas familiares caigo en una anorexia. Pierdo muchísimos kilos, hasta la talla 34, se me marcan todos los huesos y la palabra «infrapeso» empieza a substituir la antigua de «gorda». Tratamiento, y lo voy a poner entre comillas por muchos motivos; «tratamiento». ¿Sabéis lo más jodido de los trastornos alimentarios? Que muchas veces, incluso después del tratamiento, tienes que vivir con ellos el resto de tu vida.
Actualmente tengo una 36-38, lo que se considera un estándar. Pero mi mente sigue atascada en el momento en que era una gorda. Dismorfia corporal, lo llaman. Quizás yo sólo tengo un par de estrías y una persona gorda real tendrá cincuenta; a mí las mías dos me duelen como dos cortes abiertos en carne viva. Quizás yo sólo tengo un pequeño rollito en la barriga cuando me siento. Pero el mío me duele como si fuera un flotador de tres toneladas que todo el mundo pudiera ver y del que todo el mundo pudiera reírse.
¿Vais viendo en qué dirección voy?
Llegados a este punto, el movimiento bodypositive fue mi salvación. Y he sido férrea seguidora durante muchísimo tiempo, está en mi naturaleza de ex-gorda, de feminista, y fuertemente recomendado por mi psicóloga como una ayuda extra para superar mi problema. ¿Cuál es la cuestión? Que muchas veces el movimiento me decepciona.
¿Por qué sólo veo hablar de tallas grandes? Creía que el bodypositive de lo que se trataba era de aceptarte tal cual eras, de no matarte en gimnasio para conseguir un cuerpo imposible, de desligar tu autoestima de tu físico… pero no veo hablar de personas con miembros amputados, de delgados con pieles colgando, de ex-pacientes de cáncer con masectomía, incluso de personas hiper delgadas que sí, también reciben discriminación (porque el cuerpo esquelético, sin curvas y andrógeno también puede ser motivo de bodyshaming). Y muchas veces me veo poco representada en la medida en que leo artículos que sólo pueden ser aplicados a personas gordas o veo productos que sólo se encuentran a partir de la talla XL. Debo decir, por otro lado, que esto sólo me sucede quizás un 5% de las veces; porque el resto del tiempo, cuando habláis de rollitos, estrías, celulitis y muslos grandes, yo me lo aplico también (lo digo por si alguien aún se cree que tallas pequeñas no tenemos de esas cosas; podemos tenerlas, no hay una 36-38 IDENTICA para todas). Y sí, es super terapéutico, y la mayor parte del tiempo me siento bien entrando aquí. Pero no siempre.
Hoy el colmo ha llegado (y esto no tiene relación directa con la web), con un artículo donde se promocionaban artículos de Shein y he visto una camiseta con un mensaje bodypositive que me ha enamorado. Y he pensado que la necesitaba sí o sí, porque representa todo aquello que yo trato de superar a diario y todos los traumas y complejos que arrastro y que en su momento me llevaron casi al borde de la muerte. He pensado: qué bonito sería que, después de tantos años, yo pudiera dejar todo el marrón atrás y vestir una camiseta así con orgullo. Que forma tan fantástica de interiorizar el mensaje. Cómo me encantaría llevar algo así.
Y, una vez más, no ha sido posible, porque la camiseta sólo estaba a partir de talla XL.
Son detalles. Tonterías realmente. Pero en mis circunstancias, pues me afectan. Porque ya no sólo me siento excluida de la sociedad general por mi problema (sea una exclusión real o imaginada, ahí no vamos a entrar, porque yo lucho a diario por creer que no es real). Es que incluso dentro del bodypositive, muchas veces, me siento igual.
Muchas gracias por leerme.