Habla con ella y cuando pase una situación de cabreo, por difícil que parezca no lo conviertas en una montaña. Trata de aclarar si es puntual o un malestar que perdura, es decir, si me molesta que me haga un comentario sobre mi peso, por ejemplo y en ese momento me cabreo… me espero y luego hablo: mamá me ha sentado este hecho puntual mal, aunque lo has dicho en otras ocasiones, me ofende y me gustaría que no se repitiera. Por favor, si esto sigue ocurriendo no voy a volver a quedar a comer contigo. Es diferente a decir en un momento de cabreo: mamá, siempre me tratas igual de mal, me llamas gorda y parece que me tengas asco, te vas a la mierda.
Hay sutilices diferencias, como el “siempre”, “parece que” y “vete a la mierda”. No es el caso de que tú madre “siempre” te haga mal ( el siempre ese implica muchas cosas, como no reconocer las buenas y lleva a echar más cosas por cara que no vienen a cuento), el parece que, es justamente eso, lo que te parece no la realidad y no tienes que poner cosas que nadie ha dicho y los indultos pues ya sabéis que no llevan a nada.