Reproducimos esta segunda parte que se dejó en un comentario en el post original:
Hola,
Antes de nada agradezco mucho los comentarios de todas, de verdad :)
Por poneros un poco al día de lo hablado anteriormente no hay novedades, parece ser que con la última conversación no ha vuelto a suceder nada, algo de lo que me alegro…
No obstante,creo que me estoy volviendo una paranoica y me da mucha rabia no poder controlarme.
Su madre está con nosotros desde hace unos días, nosotras nos conocemos de antes y nos llevamos a las mil maravillas, solemos pensar en muchas cosas igual y él dice que «nos aliamos en su contra».
En estos días él no ha parado de cabrearse por gilipolleces, tanto con su madre como conmigo, y dice que es porque no paro de llevarle la contraria, sin asumir ningún tipo de responsabilidad.
Yo intento decirle que entiendo que está sometido a mucho estrés en su trabajo pero que no debería estar siempre mosqueado, o que en caso de soltar un mal comentario que no está de más luego entonar el mía culpa e intentar solucionar las cosas, ya que su modus operandi suele ser seguir con la vida tan normal como si nada hubiese pasado, pero a mí se me quedan a veces ciertas espinita en el pecho.
Además, en estos días atrás y por diferentes contextos ha soltado frases que me han hecho rayarme muchísimo, por poner algunos casos:
– La madre preguntó si nosotros hemos hablado de casarnos en un futuro y si será por la iglesia o no (ya que yo soy atea y él es creyente) y yo le contesté con normalidad diciendo que alguna vez lo hemos comentado y que si a él le hace ilusión casarse por la iglesia que por mi bien, ya que ese día sería de los dos y yo quiero que él sea feliz.
En ese momento él bromeó con el tema como diciendo que a ver a ver qué eso de casarse conmigo aún está por ver.
– Otro día hablando de las relaciones me dijo que él piensa que cada persona sigue un camino y que en ocasiones esos caminos no siguen la misma dirección, por lo que la persona que permanece más constante debe decidir si seguir a la otra o separarse.
Yo le dije que eso no me parece bien, que ambos deberían hablar y consensuar el caminar hacia una misma dirección.
Él me dijo que suele ser así pero que hay ocasiones en que uno de repente encuentra algo que le hace feliz y que no era lo hablado previamente y ahí la otra persona debe ver qué hacer al respecto.
– Por último, hace solo un par de noches me comentó (por el caso que hay ahora de los youtubers que están contando que ella fue infiel pero qué abusaron de ella porque iba muy bebida) que él no está a favor de la gente que pone los cuernos, pero que si que puede entender que estando con pareja conozcas a otra persona y tengas una conexión que te haga replantearte tú relación y que en esos casos lo más lógico es dejar a tu pareja antes de hacer algo con la persona nueva.
La cuestión es que aunque hay veces que estoy de acuerdo con lo que dice o que sé que es una broma ese cúmulo de comentarios me hace sentir como que mi relación está en riesgo constante.
Él eso no lo entiende, dice que estoy mezclando cosas y haciéndome pajas mentales y que es mi actitud y que tengamos broncas lo que puede romper la relación, no unos cuernos.
Comprendo que para él discutir siempre por lo mismo es cansino, pero también quiero que entienda que necesito que me dé mi lugar, que piense más en mi a la hora de tomar decisiones cuando implica a terceras personas o al hipotético futuro de la relación y no que suelte las cosas sin pensar en mis sentimientos porque eso me está haciendo mal.
Hace un rato yo me he enfadado por algo que soy consciente de que es una gilipollez pero que creo que es por todo el cúmulo de pequeñas cosas que han ido sucediendo y ahora él me dice que si no soy feliz que debería replantearme la relación.
Lo que ha sucedido es que me ha picado un mosquito en la boca y tengo el labio horrible con una herida que parece una calentura y que da mucha grima.
En un momento dado he ido a darle un beso y él me ha hecho una cobra indicándome que era por la picadura.
Yo de «broma» (iba con terceras intenciones) le he dicho que si era tan rápido para hacerle la cobra a su novia que esperaba que nunca viniese contándome que alguien le había robado un beso.
Él de primeras se ha reído y me ha dicho que eso no iba a pasar, perooo que esa situación se podría dar y que debo confiar en él.
Yo le he contestado que no sé en qué casos se puede dar eso sin que él tenga tiempo de apartar la cara y él me ha respondido que con sus compañeras del trabajo (a las que conoce de 2 meses y que por su sector, aeronáutica, cambia bastante de personal) se saluda y despide con dos besos y un abrazo, que en esa situación las caras quedan más cerca y que si le diesen un beso podría no tener tiempo de echarse atrás.
Yo ahí le he dicho que no entendía como a gente del trabajo que no conoce apenas le da un abrazo, que lo más común es saludarse con dos besos pero él me ha dicho que no le ve maldad.
Y ahí se ha liado, porque él ha dicho que veo problemas en todos lados y que de una broma siempre deriva a lo mismo.
Yo le he dicho que lleva razón y que mi enfado es una tontería pero que es por tantas hipótesis de futuros con mierdas que no paran de «surgir» cuando hablamos de nosotros, que estoy quemada de no poder hablar de un futuro bonito sin mierdas, ni bromas, ni dobles sentidos, ni nada… Solo decir «quiero a mi pareja, no quiero nada con nadie y me encantaría tener un futuro felices juntos».
¿Eso es tan difícil?
Así que nada, él ha venido para hablar conmigo e intentar solucionar las cosas, pero yo le he dicho que no podemos seguir así… Que solucionarlo no es decir «ea ea ya pasó» es ver qué ha fallado e intentar que no ocurra en un futuro, pero ya esooo le ha molestado porque cree que soy yo la que ha sacado todo de madre y que estoy mezclando cosas que no tienen relación para él.
Me ha pedido que lo piense y que medite bien si soy feliz con él o si quiero dejarlo, pero que no podemos seguir así.
Siento que me ha tirado toda la mierda encima, como si él no tuviese nada que ver… Algo así como «yo soy así, o lo tomas o lo dejas».
Él dice que me quiere y quiere estar conmigo, que las bromas son bromas y que lo hablado sobre esas otras chicas lo ha entendido y lo ha cambiado, pero que ahora soy yo la que debo confiar en él o si algo no me encaja que me deje para no seguir haciéndonos daño.
Yo le quiero y me siento fatal, porque por una tontería estamos otra vez en un brete y me da mucho coraje.
Tendré que meditarlo, porque creo que esto ya es también algo mío psicológico y no sé si podré prometerle cambiar así sin más.
Gracias,
Un saludo.