¡Holis!
La primera PRIMERA cita que tengo gracias (o por desgracia) a Tinder y ay madre santísima. Quedo con este chico porque me parece majo por el chat y en las fotos me parece resultón. Me decido a quedar porque llevo ya varios meses sin verme con nadie y a ver cómo iba la cosa. El chico me dice que me quiere enseñar un restaurante Thai que le flipa y me parece una plan guay.
De primeras la cosa fue muy bien. Conversación interesante y eso, nos ponemos a comer y todo seguía como la seda. Él ya había terminado de comer, yo seguía con el plato mientras él me contaba una anécdota de su trabajo (es veterinario). Resulta que en esas que lo veo que se me mete un poco el dedo en la nariz, como si le picase. Lo vuelve a hacer pero más profundo y veo que se saca un pedazo de moco de esos que llevan cola (perdonad que sea tan explícita, pero es que caso poto allí mismo). Cuando creo que menudo palo le tiene que dar lo que le acaba de pasar, y le voy a pasar mi servilleta rápido, el tío sin inmutarse se mete el moco en la boca y sigue con la conversación como si nada.
Os juro que ahora lo sigo pensando y se me revuelven las tripas. No fui capaz de comer más. Me quedé el resto de la velada viéndolo como se comía su postre y en cuanto pedimos la cuenta le dije que ya tenía que irme, pagué y me fui. No vomité por poco. Qué asco todo, pero qué ascooooooo