Qué mentira más grande la de los cuentos de princesas. Vale, que sí que alguna tendrá una relación idílica que cuando se bese con su pareja, recién levantada, oiga el canturrear de los pájaros y no tenga en cuenta el mal aliento mañanero, pero este no fue mi caso, no, no le fui infiel por la halitosis, le fui infiel por aburrimiento.
Llevaba 3 años de relación con él cuándo le puse los cuernos, y no voy a justificar mis actos porque son míos y porque yo cometo los errores que me da la gana, así que si tu también eres infiel, tú tienes tus motivos y nadie es tan importante como para juzgarte, que ya bastante se juzga uno mismo.
A lo que íbamos, le fui infiel a mi ex durante seis, años, no de forma seguida, pero si de forma intermitente, yo soy una persona muy activa e inquieta y él, pues era él, tranquilo, conformista, hasta con el sexo y claro cuando viene un maromo y te caliente la oreja tienes dos opciones, o te lo tiras, o no y yo en alguna ocasión escogí la opción número uno, porque señores solo se vive una vez, y hay que vivirla como se quiere y como se puede, el caso es que a mi en alguna ocasión me ayudaba ser infiel a sentirme mejor, y os preguntareis ¿por qué no lo dejaste y seguiste tu sola?
Pues porque las cosas no son tan fáciles, porque existe el miedo a equivocarse y perder lo que tienes, porque hay familia alrededor, porque tu vida es como un edificio y tomar una decisión así conlleva demoler tu edificio y volver a empezar y esto acojona, si estás en una situación así tranquila, al final todo vuelve a su cauce y si tienes que seguir con esa relación vas a seguir y sino te liaras la manta a la cabeza y tomaras tu propio camino sola, sea lo que sea, seguro que estas intentando hacerlo lo mejor posible, yo al final terminé mi relación y me estabilicé sola, porque tampoco me llenaba un polvo de vez en cuando, así que antes de liarme a tener hijos o casarme, rompí con todo hasta con mi vida, o lo que yo entendía que era mi vida y empecé un nuevo camino. Nadie nace aprendido y cada cosa vivida es una experiencia nueva y a mi, cada hombre, cada polvo y cada infidelidad me ha enseñado como quiero vivir mi vida. Ahora estoy felizmente casada y no necesito a nadie más que mi marido, todo llega en su momento y en su forma, mientras, a seguir viviendo aunque se cometan errores.