Tuve una infección por clamidia y él me convenció de que había sido mi culpa. No me preguntés por qué, pero le creí. Nos hicimos el tratamiento, nos curamos y me tuve que ir fuera por trabajo dos semanas. Volví y a la vuelta me infecté de nuevo. El ginecólogo, que es mi amigo de toda la vida, me dijo que no quería meterse donde no le llamaban pero que quizás mi marido tenía que saber que para que no te pillen en algo así la amante también se tiene que tratar de clamidia porque nos lo estábamos pasando entre todos.
Se lo dije y me trató de loca y se ha ido de casa.
Estoy alucinando y no sé qué hacer, es decir, no quiero nada con él pero me parece muy fuerte que ni así reconozca nada.