Buenas chicas.
Es la primera vez que voy a escribir sobre esto, ya que nunca me he atrevido a verbalizarlo de ninguna forma.
Cuando iba al instituo sufrí acoso escolar por parte de mis compañeros. Empezó de una día para otro con una broma y cada vez eran más. Siempre he sido una chica muy tímida y callada y por eso supongo que no era capaz de defenderme. Nunca se lo he contado a nadie, aunque es cierto que hoy día conservo amigos que lo saben pero nunca hemos hablando del tema (los que conservo no participaron del acoso). El caso es que creo que los profesores lo veían y lo ignoraron. Me sentí sola y desamparada porque parecía que sólo yo me daba cuenta y que era fruto de mi imaginación. Supongo que tan culpable es el que lo hace como el que lo ve y se calla.
Creo que a partir de ahí, junto a mis problemas para relacionarme con mi timidez, me fui apartando de la gente y a día de hoy me cuesta mucho abrirme y hacer amigos nuevos. Apenas hice amigos en la carrera, me sentía desplazada cuando realmente nadie me apartaba. Supongo que a partir del acoso no volví a confiar en nadie plenamente. Me siento dependiente de las pocas amistades que tengo y he aguantando (y sigo aguantando) desplantes por parte de alguna que otra amiga y no digo nada por «no hacer ruido».
Además, hace unos cinco años tuve una relación de dependencia emocional con un chico que me maltrataba psicologicamente, aunque yo no me di cuenta hasta que decidí salir de ahí. Me usaba, me trataba mal, me despreciaba, me hablaba mal, daba golpes a las paredes cuando discutiamos, me interrumpia cuando hablaba, me engañó con otras (cosa que no supe hasya última hora)… Un sin fin de cosas, pero en resumen, me despreciaba y cuando le daba la gana volvia como si no hubiese roto un plato y parecía otra persona.
Afortunadamente, salí de ahí y fuí tirando hacia delante. Estuve un tiempo en el psicólogo porque me daban miedo los hombres, no podía acercarme a ninguno sin que se me acelerara el pulso o en mi mente me imaginara lo peor. A día de hoy, aunque he ido mejorando, todavía siento mucha desconfianza hacia los hombres y pienso siempre lo peor, por lo que mis relaciones no tardan en fracasar. Apenas hablo ya de esto con nadie porque cuando se lo comento a mis amigas me dicen algo así como «que fue hace mucho tiempo y que es ya tiene que estar superado».
Hace poco estuve conociendo a un chico y me gustaba mucho estar con él. Pero siempre vuelve la sensación que tuve con mi ex pareja y me siento usada en cuanto el chico me sugiere irnos a su casa, aunque sólo me sugirió que fueramos a cenar. Cuando pasan los días, veo que lo saco todo de contexto, pero cuando estoy en la situación no lo puedo evitar y prefiero dejar de conocer al otro por miedo a que vuelva a despreciarme.
Es una rueda de la que no puedo salir, me encantaría disfrutar de conocer gente, porque realmente a pesar de mi timidez, me gusta mucho hablar con gente nueva. Pero siempre vuelven los fantasmas del pasado y no puedo dejar atrás el acaso que sufrí por ambas partes.
Sé que debería ir al psicologo pero mi situacion economica actual no me lo permite. Es lo primero que haré si algún día encuentro un trabajo que no sea precario, aunque en España es el empleo que hay para los jóvenes (tengo 28 años).
Gracias a todas por leerme.