Estoy saliendo con un chico desde hace cinco meses y nos hemos contado nuestras historias de relaciones previas, casi que con nombres y apellidos, para no volver a caer en los mismos errores y, también, para entender los miedos que tiene cada uno. Por suerte o por desgracia, yo no suelo acabar mal con las parejas con las que he estado, tampoco quedamos para tomar algo, pero nos mantenemos en redes sociales, nos felicitamos los cumpleaños, a veces nos mandamos algo por los mensajes privados de Instagram y hasta ahí llega la historia, no hay ningún trasfondo.
Y como para mí es natural, si algo me hace gracia de lo que me envían, lo comparto con él y le digo quién ha sido y, últimamente, es la fuente de todas las peleas. Me recrimina que no debería estar hablando con mis ex, ni enviándonos mierdas por mensaje privado, porque eso es que estamos todavía pensando el uno en el otro y que lo suyo es que los elimine o los bloquee. Por supuesto, me niego a esto, y le hago entender que no tiene nada que temer, que ha quedado una amistad y ya está.
Ahora ha optado por insistirme, casi cada día, para que suba fotos nuestras para que los demás, las vean, por supuesto. Veo que este tema me va a traer cola con el paso del tiempo, entonces, he tenido que reflexionar si, de verdad, me estoy equivocando en mi actitud y si esto es una falta de respeto o no