¡Hola bonica!

Espero que te alivie un poco mi historia, aunque sé que es difícil. Este verano me pasó exactamente lo mismo que a ti, me noté un bulto en el pecho y me acojoné lo inacojonable. Se lo conté a mi madre y su primera reacción (obviamente) fue decirme que no me preocupase, que sería por la regla, que podía ser un quiste, etc. No me sirvió de nada, yo estaba en lo peor, pero fuí al médico con la intención de que me consolase diciendo que no era nada. Me dijo que probablemente no fuese nada, además no tenía antecedentes y soy joven, pero que iba a pedir una ecografía mamaria de urgencia para asegurar. Mi mente ignoró el «seguramente no sea nada» y solo me quedé con «ecografía mamaria de urgencia». Llegué a casa y lloré lo inllorable. Llegó el día de la ecografía y al hacérmela me dijeron que parecía un fibroadenoma (un tumor benigno muy común en mujeres), pero que me harían una biopsia para asegurar. Estuve dos semanas acojonada, pensando en pelucas y llorando poniéndome en lo peor, y otra vez olvide la palabra «benigno» y me quedé con «tumor». Hice lo peor que podía hacer, buscar en google. Pero también hice lo mejor (para mí): contárselo a mis amigos (incluidas mis compis de weloversize a las que agradezco su amor infinito), y me sentí muuuy aliviada cuando me contaron sus historias de tetas. Aun así el día de la biopsia estaba tan acojonada que me desmayé, y el miedo fue mayor durante el tiempo de espera a los resultados. Por suerte todo se quedó en un tumor benigno que hay que revisar.

El miedo no me lo quitó nadie, y créeme que soy muy positiva y optimista. Me llevé mis lloreras y una preocupación de la hostia, pero me dí cuenta de que a veces soy gili y me centro demasiado en lo malo que puede pasar (como todos, supongo). Un día de interminable espera a que me diesen los resultados iba en el coche y puse una canción de Nacho Vegas (así de moñas soy) llamada Crujidos. Decía esto: «Que es jodido ya lo sé, pero no es dramático, esto no es tan trágico, esto no es un drama no, te diré mil cosas por las que llorar.» Pues ahí cambié el chip, y me di cuenta de que me dijesen lo que me dijesen lo afrontaría con fuerza y con alegría, que las cosas por sí solas no son un drama, nosotros hacemos que lo sean.

En conclusión, la preocupación no te la va a quitar nadie, pero tú decides como afrontarla. En la mayoría de las ocasiones ES BENIGNO, y si por un casual es maligno, en la mayoría de las ocasiones SE SALE ADELANTE, sobre todo cuando se pilla a tiempo como tú. Céntrate en las posibilidades buenas, porque si te enfocas en lo malo que puede pasar nunca disfrutaras de lo bueno que está pasando, y cuéntaselo a tu círculo, no trates esto como un tema tabú ni te comas sola los problemas, además puedes ayudar a que alguien piense «uy, me tengo que sobar las tetas más a menudo». Encuentra ese detalle que te haga cambiar la perspectiva, para mi fue una canción (aunque suene egoísta esa frase me ayudó mucho más que lo que me decían mis seres queridos), y para ti puede ser una película, un abrazo de alguien, un libro, o un pensamiento de optimismo que ya está dentro de ti.

Espero que esto te haya ayudado aunque sea un poquito, y por favor, cuéntanos los resultados. ¡UN ABRAZO ENORME! <3