Buenas noches chic@s.
Vengo a contaros una anécdota. Hace año y medio estuve conociendo a un chico. Poco tiempo – unos dos meses-. Descubrí que me estaba mintiendo y yo no soy amiga de los engaños y, todavía menos, si justo se está empezando algo. Así, que le dije «adiós». A los días me arrepentí de no haberle dejado hablar, así que le abrí para dejarle la puerta a dejar las cosas, pero cara a cara, puesto que había actuado mal al decirle todo vía WhatsApp. Él, despechado y herido se hizo el ofendido y se negó en rotundo.
– Pues, ¡perfecto! – pensé-. Y a otra cosa mariposa.
Año y medio más tarde, el zágalo me contacta de nuevo, porque quiere verme, charlar y tomar algo conmigo.
Welovers…creo que no voy a quedar con él, aunque por otra parte, retomaría esa charla pendiente para dejarle bien clarito que a lo pasado, pisado. Necesito vuestra opinión, porque nunca antes me había reaparecido un ex después de más de año y medio para venir como un corderito degollado a pedirme una cita a la hora del té.