Sentaos que os traigo un culebrón de los buenos. Mi chico, el que yo pensaba que era un santo, ha estado usando las tarjetas de la empresa donde trabaja para pagarse caprichitos. Y no hablo de comprar un café o una barrita de pan. Hablo de viajes, cenas en restaurantes…
Lo peor de todo es que yo he sido partícipe de esto sin tener ni idea. Me llevó a París y me dijo que era un regalo de la empresa por su buen rendimiento. También me llevó a cenar a sitios donde nunca pensé que podría permitirme entrar. Ahora han descubierto el pastel en su curro y le va a caer un puro que flipas.
Estoy hecha un lío. Me siento fatal por haber disfrutado de todo eso sin saber de dónde venía el dinero. Y ahora me pregunto, si ha sido capaz de hacer esto, ¿qué más podría hacer? ¿Me habrá mentido en algo más? ¿Debería replantearme toda la relación?
Es que si es capaz de estafar a su empresa, ¿cómo sé que no me está estafando a mí? ¿Y qué hago ahora? Él dice que no es para tanto, que en su empresa están forrados y fueron 4 cosas. Tampoco entiendo cómo pensaba que no le iban a pillar…