Actualmente estoy prometida a un hombre maravilloso que me ama más que a nada, pero en su día yo también fui alguien que ojalá hubiera huido a tiempo y sabido lo que ahora sé.
Espero que os sirva.
Tras una relación de maltrato físico y psicológico y otra de abuso psicológico, mi psique y mi autoestima estaban tan minadas que caí en el número 3: llamémonesle Jordán.
Jordán me engañó. Me fue infiel. Me hizo dudar de la realidad, puso a su entorno y casi al mío en mi contra,hasta tal punto que cuando yo me acercaba a sus conocidos o amistades, la gente apartaba la mirada con asco o cuchicheaba.
Yo vivía triste y en llanto. En ocasiones con profunda ira, no me reconocía a mí misma. Estaba rota de tanta toxicidad y, a la vez, enganchada a ella (no conocía otra cosa y en ese momento no sabía cómo librarme de ello).
Quiero decir de una vez por todas algo que me viene atormentando mucho tiempo… Dos cosas, en realidad. La primera, yo siempre evitaba acostarme con él, y si sucedía, sentía ganas de llorar y vomitar, porque cada vez me pedía que le dijera que yo era una niña de 12 años. Nunca lo hice.
La segunda cosa fue cuando al fin me atreví a decir NO. Lo dije alto y claro, y se sorprendió. Le dije no, no quiero. Me tocó. No, no me apetece, no quiero. Me tumbó.
He dicho que no, de verdad, no. Que no.
Se puso serio e hizo lo que quería hacer. Me quedé inmóvil, como si abandonara mi cuerpo.
Cuando se separó de mí, algo en mi interior se desgarró por completo: rompí a llorar desconsolada, a gritos, chillándole que le había dicho que no.
Él… Se echó a reír. Dijo: «Claro, no es no». Lo dijo con una enorme sonrisa en su cara.
Por fin, por fin, le miré fijamente a los ojos y le eché de mi casa. Empecé a ir a terapia… Y estuve dos años.
No sé si mi relato os servirá. Ojalá. Pero quiero deciros que estar en una relación no es «excusa» para aguantar nada. Y que dentro de una pareja hay maltrato, abuso y violación. Solo el sí es sí… Un abrazo amigas.