Aunque confieso que soy adicta a esta página que descubrí hace algún tiempo, jamás me he animado…a escribir, igual ahora después de mi plan del pasado domingo, en casa junto a una copa de vino, el silencio y mis pensamientos, me han ayudado aclararme (aunque me considero «loca», por que me contradigo con lo que puedo sentir y querer) a mi misma que la situación que vengo viviendo con un chico, no es la más sana, por lo menos para mí, aquí os dejo un resumen igual.

Conocí a un chico hace un tiempo, casi dos años menor que yo, hubo un tonteo mutuo, pero en el momento que me enteré de la diferencia ( sí, es mínima, pero…) yo me volví reacia, aunque bueno con el tiempo vi cierta «madurez», nos encontrábamos de vez en cuando por la ciudad, ya que nos movemos en mundos similares (y nos seguiremos encontrando,vivimos también en la misma ciudad), pero a pesar de hablar largas horas vía whatsapp, siempre era/es reacio a quedar a tomarnos algo, muchas veces (bastante) lanzaba indirectas y demás…pero cuando se producían esos encuentros, eran escuetos los saludos y si surgía una conversación era mínima y con monosílabos (no por mi parte «charlo» mucho), hace un tiempo mantuvimos una conversación sobre nosotros (vía whatsapp, como no) a las tantas de la madrugada, donde ambos decíamos que no queríamos nada (a pesar de mi confusión permanente respecto a él, es cierto, ya que mi vida es una montaña rusa ahora mismo por temas personales), él, a diferencia de otras veces que ha notado algo por mi parte (solía desaparecer siempre incluso dos meses), actúo para mi sorpresa totalmente distinto, día a día escribiéndome, dejando caer cosillas de vez en cuando, incluso de apenas cruzar palabras a coincidir en un pub y no separarse de mi lado (antes se retiraba y me hablaba por whatsapp, estando en el mismo local), bueno un sin fin de detalles más, la cosa es que ha sido su cumpleaños, y con ninguna intención le he comprado un detalle (más os digo, lo primero es que no le compré nada, si no, que fui a comprar otro regalo para un cumpleaños, vi algo que me recordó a él y lo compré), cuando le dije que tenía algo para él su respuesta fue «no quiero historias raras…» y está más distante, incluso no me habla desde hace varios días.

Sé que todo esto que cuento, puede ser que no tenga importancia, pero a mí al verlo escrito, me ayuda a darme cuenta que la cosa esta bien clara, que si no ha sucedido nada en este tiempo pasado, dudo que suceda ahora, que si como amigo (que con mis amistades, tengo vida social…vamos, lo normal), nos es capaz de sentarse ni para tomar un café (pero sí estamos en el mismo local, me escribe y me cuenta cosas sobre su vida, vamos comparte conmigo cada momento de su vida bueno o malo, todo obviamente vía…) posiblemente, no me «merezca tenerme» tampoco entre «sus amistades», el problema, es que «quien se va sin ser echado, vuelve sin ser llamado», y él siempre vuelve, y siempre de manera inconsciente vuelvo a estar y esta vez, decidí que cuando vuelva no estaré, no sé como lo haré o si lo voy a conseguir, pero lo voy a intentar, por que ante todo, soy persona, y me merezco respeto, no tengo seguramente las medidas perfectas a las cuales puedan mirar cuando se pasa por la calle, pero me he propuesto quererme a mí misma todo lo que sea posible y más; y creo que el primer paso que tengo que dar es este. NO permitir que «él me pueda».

Y sí, a esta reflexión he llegado, con una copa de vino en la mano, un domingo por la noche, solamente acompañada del silencio y mis pensamientos, y ¿por que no decirlo?, con algún que otro sentimiento.

Gracias de antemano, a todas las que habéis leído mi «resumen».