Hola a todas,

Es la primera vez que escribo aquí y me animo a hacerlo porque pasé exactamente por lo mismo e igual mi historia os ayuda.

Yo me mudé con mi ex novio hace tres años después de seis meses de relación en la que por trabajo no nos veíamos mucho pero el sexo siempre era excelente.
Una vez que me mudé a su ciudad, empezamos a hacerlo cada vez menos, además siguiendo el mismo patrón que tú comentas: pararme cuando yo me lanzaba, decirme que no pasaba nada, excusandose en que como yo no tenía trabajo tenía más energía que él cuando volvía…

Hablé con él muchas veces e incluso insistí en ir a terapia de pareja. Fuimos a una sesión y ya no quiso volver nunca más, supongo que porque para él eso significaba aceptar que su comportamiento sexual no era el normal. En el último año que estuvimos juntos creo que lo hacíamos una vez al mes, con suerte. Yo, que en ese sentido soy como tú y bastante activa sexualmente, me mordía las ganas todas las noches y sin darme cuenta eso me creaba frustración contra él, por lo cual la relación se fue deteriorando, incluso habiendo amor. Yo acabé con depresión clínica y en tratamiento.

Al final, una noche estando de fiesta tonteé descaradamente con un amigo sup en frente de él. Por qué? Porque tanto tiempo sintiéndome rechazada había reventado mi autoestima por los aires y necesitaba saber si yo era atractiva o si había perdido el toque. No pasó nada con su colega (ni siquiera me gustaba), pero ese episodio fue el pistoletazo para sentarnos a hablar y decidir que lo mejor era dejarlo. Fue duro, especialmente después de dos años viviendo juntos, pero hoy por hoy te digo que fue lo mejor. Yo era infeliz porque estaba frustrada, y él era infeliz por saber que no me daba lo que yo necesitaba. Un año después empecé a salir con mi actual pareja, que tiene la misma necesidad sexual que yo, y vuelvo a sentirme la bomba sexual que me he sentido siempre. Vuelvo a sentirme deseada y eso hace que mi vida en general sea más completa, porque yo sí, necesito una vida sexual plena para ser feliz.

Por eso te digo: si quieres resolverlo, busca un terapeuta de pareja que sepa guiaros, pero sé consciente de que siempre habrá algo que falta en tu vida. A veces, la persona que amamos no es nuestro compañero de vida y forzar dos naturalezas diferentes a estar juntas rara vez acaba bien.

No es tu culpa, no es la suya. La vida es así (y no pasa nada). Espero que esto te ayude un poquito :) a ti y a todas las que estáis en la misma situación! Un beso grande!