Siempre me ha flipado el mundo de la manicura, desde que cumplí 8 años y me regalaron mi primer kit. Algunas personas son buenas en matemáticas, otras dominan el inglés que da gusto, otras tienen un don para la educación física y yo, amigas mías, sobresalgo en el noble arte de las uñas.
Tras formarme profesionalmente en este ámbito, abrí mi salón de manicura. Tenemos un equipazo increíble y el 99% de las chicas que vienen, repiten. No es por tirarme flores, pero algo estamos haciendo bien. Por eso hoy he querido compartir un poco de sabiduría y echaros un cable a todas las chicas que os arregláis las uñas en casa. ¿Cómo? Contándoos todas esas pequeñas cosas que hacéis mal.
Beber poca agua
Recuerdo a una clienta que llegó un día agobiada preguntándome por suplementos de biotina o queratina para sus uñas. Estaba preocupada porque le crecían muy despacio y las tenía quebradizas. Le dije “te voy a dar el remedio milagroso más barato del mundo” y se le pusieron los ojos como platos.
No era otra cosa que beber más agua. Me contó que le costaba mucho beber agua, así que le recomendé comprarse una botellita de un litro y todos los días terminársela. En un mes tenía unas uñas súper saludables, le crecían super rápido y estaba feliz.
Pulirlas en exceso
Limar la superficie de las uñas es un arma de doble filo. Al principio quedan lisitas, brillantes y uniformes, pero a la larga se pueden volver finas y quebradizas.
Controla tus ansias y evita pulirlas. Es mejor hidratarlas, aunque sea un proceso más coñazo. Si las limas a corto plazo quedarán bien, pero a la larga estarán hechas un asco. Si las nutres con aceites, a corto plazo no notarás nada, pero a la larga fliparás con el resultado.
Quitarte las uñas de gel a lo bruto
Las uñas de gel están muy de moda y es una solución ideal si te las muerdes y quieres evitar la tentación. El problema surge o bien cuando utilizamos productos abrasivos de poca calidad, o bien cuando toca retirarlas. Si vas a quitarte las uñas de gel, lo mejor es que acudas a un centro de estética para que te las quiten o por lo menos te expliquen cómo hacerlo tú en casa de manera segura.
Pasar de cremas
He visto cientos de manos al detalle, y os prometo que se nota a la legua la diferencia entre una persona que usa cremas y una persona que no. Tampoco tenéis que gastaros un pastizal, por ejemplo, la crema de Kallos para pies y manos de la gama “Spa” cuesta menos de 5 euros, entran 500 ml y es una pasada.
Además de cremas, podéis incorporar a vuestra rutina un aceite para uñas. Mi truqui es que os compréis en Aliexpress (o donde lo encontréis) un envase para pintauñas vacío, lo rellenéis con el aceite, y os lo apliquéis siempre que podáis. Lo ideal es todas las noches, pero si os da pereza primero hacedlo una vez a la semana e id aumentando la frecuencia. ¿Qué aceite usar? Ricino, argán, almendras dulces, aguacate, rosa mosqueta… ¡El que más os guste!
Quitar las cutículas
Por favor, dejad vuestras cutículas tranquilas. Tienen una función, proteger vuestra piel y vuestras uñas de infecciones. Sé que a veces da mucha rabia notar la cutícula, pero si las quitas con tijeras o con tus dientes puedes hacerte heridas, provocarte padrastros y debilitar el estado de tus uñas. El mejor consejo que os puedo dar es que vayáis a un especialista para que os enseñe a quitar la piel muerta de esa zona sin dañar la cutícula, y después hacerlo en casa de una forma segura y eficaz.
Ania O.