Ya os conté que hace tiempo estuve a punto de casarme y que mi principal problema fue el «¿Dónde me compro yo un vestido de novia de mi talla?». Muchas os identificásteis con mi historia y nos habéis escrito vuestras experiencias (casi todas negativas) por mail. Nos contáis lo raro que os miran en las tiendas cuando entráis a probaros vuestro vestido de novia y tenéis una talla grande, y es que parece que las gordas no nos podemos casar porque quién osa pedirnos matrimonio.
Esta vez os quiero hablar de Divinity Fashion, en Hospitalet de Llobregat (muy cerquita de Barcelona). Un espacio ENORME en el que te van a tratar como la reina que eres y vas a poder probarte muchos trajes de novia. Sus tallas van de la 32 a la 60, pero si tienes más talla no pasa nada porque te confeccionan tu vestido soñado tengas la talla que tengas.
Hemos llegado a Divinity Fashion y las instalaciones nos han encantado; todo en tonos grises y blancos para que los vestidos sean los protagonistas. Tienen hasta 8 probadores de novia ENORMES, con espejos por todas partes para verte desde todos los puntos de vista posibles y así ver de verdad cómo te queda el vestido.
Las chicas son un encanto, lo primero que hacen es pedir que te quedes en ropa interior y te facilitan un batín de raso en tono gris. Al verlo, le he dicho a Emma «esto no me va a venir», porque ya sabemos cómo van estas cosas en los hoteles, en centros de estética, peluquerías, en tiendas y hasta en el médico; si tienes más de una 44 no te va a abrochar. Pues me he tenido que comer mis palabras porque el batín me venía, y hasta me sobraba.
Han llegado con varios vestidos y, después de mi experiencia de la primera vez, estaba emocionada porque una vez empiezas a probarte es adictivo. No sé si son las luces, las ganas que tienes de verte diferente o la misma emoción, pero te ves pibonaco con todo lo que te prueban.
Primer vestido:
Pido disculpas de antemano, no tengo ni un solo sujetador color carne y, claramente, el resultado sería mejor jajaja
La parte de arriba es de encaje, la falda de tul que cae. Si os fijáis se ven las «cazoletas» del pecho y me quedan enanas. En mi caso lo modificarían para que quedase todo perfecto y hasta se puede poner un poquito de manga si es lo que te preocupa.
Segundo vestido:
Palabra de honor, parte de arriba de encaje y parte de abajo de tul y capa interior de encaje.
No sé vosotras, pero yo cada vez que veía algún programa de bodas pensaba «Cuando me case voy con los brazos tapados». Siempre me ha dado mucho corte, pero cuando te pruebas un vestido de novia y ves la diferencia que hay entre mangas y no mangas… se te abre un nuevo mundo de posibilidades. Entiendo que es algo que acompleja y, a muchas, hasta puede traumatizar; pero hazme caso y déjate aconsejar por las chicas. Pruébate todos los tipos de vestido que quieras, no te quedes con lo que tenías en mente porque muchas novias acaban comprando vestidos que nunca imaginaron llevar.
Tercer vestido:
En la percha he pensado que el color no era lo que más me iba a favorecer, y puesto me ha cambiado totalmente la mente.
Las chicas de Divinity me han explicado que las espaldas con cierres de lazos son mucho más efectivas que las cremalleras. Se adaptan mejor a las curvas de cada una (sobre todo a las cuerpos de talla grande). La parte de arriba tiene varillas y se nota muchísimo el refuerzo, vas muy sujeta.
Cuarto y quinto vestido:
Ambos de corte sirena. El que salgo de espaldas no hice foto de frente porque no tenía ningún refuerzo y, personalmente, me marcaba demasiado y no me sentía nada cómoda ni favorecida, pero la espalda era espectacular.
El segundo me pasaba al contrario, la espalda no me favorecía y de frente se veía todo muchísimo más recogido.
Sexto vestido:
De princesa Disney.
Lo han sacado y no me decía nada… no tenía encajes ni na de na. Solo una cintita de brilli en la cintura.
Al probármelo me he sentido muy cómoda y sentía que me favorecía muchísimo. La cola me ha parecido espectacular y moverse era facilito.
Séptimo vestido:
Casi me desmayo al ver que me traían un vestido rojo.
Pensé que era de invitada pero no, es de novia.
El año pasado me probé uno igual en color blanco y ya me enamoró, pero esta vez en rojo me ha vuelto literalmente loca. Si algún día me caso creo que tiraré por este estilo de vestido porque me veía cañonazo. Se marca culo, cintura y pecho. Para dejar boquiabierto al personal.
Es que, por favor, MI CULO, LO AMO.
Octavo vestido:
Entenderéis que después del vestido rojo todo me pareciera soso… pues bien, me han traído el típico vestido de princesita que gusta a las madres, a los padres y a las señoras mayores. Tapa los brazos, disimula las chichas y no marca tanto como el rojo.
He vuelto a vivir de nuevo la felicidad de poder probarme lo que quiero cuando quiero y como quiero, sin tener que sentirme mal por estar gorda y sin tener que perdir «perdón» por no caber en tallas pequeñas. En Divinity te lo ponen todo muy fácil, puedes cambiar de vestido hasta 3 meses antes de la boda, puedes financiarlo y las modificaciones las hace una modista que conoce muy bien el mundo de las tallas grandes (eso es un plus porque conoce bien nuestros cuerpos y lo que necesitamos).
En esta tienda (tiendaza mejor dicho) los chicos pueden encontrar su traje de novio, y tienen tallas grandes para aquellos que lo necesiten. Creo que es mucho mejor ir los dos al mismo sitio, así si ellos te visten a ti podrán aconsejar mejor a tu pareja y así poder ir acordes.
Atención, porque tienen vestido de novia en liquidación hasta un 60% rebajados. PIDE TU CITA.
En breves os hablaremos de su apartado de vestidos de invitada y de fiesta, lo vas a flipar porque tienen MARAVILLAS. Spoiler.
Puedes pedir cita o ponerte en contacto con ellos (vía mail o Instagram) y te resolverán todas tus dudas. No te olvides de decir que vas de parte de WeLoversize.
INSTAGRAM DIVINITY
Dirección:
Av. Masnou, 14
L’Hospitalet de Llobregat
08905
