Pues chiqui, yo lo siento pero no pienso comprarlos.

Porque entiendo que muchas marcas acaben dando el paso de vender más tallas porque los tiempos cambian y hay que hacer caja. Pero lo que no puedes pretender, es pasarte años lanzando titulares anti-gordas, diciendo que jamás habrá una mujer de talla grande en tu famoso desfile, y ahora que te estás yendo a la mierda lanzar una campaña apoyando la diversidad y quedarte tan pancho.

Que las gordas además de más talla, también tenemos memoria.

Y eso es que lo que ha pasado con Victoria’s Secret. Que están tomando decisiones que les están hundiendo el negocio, y han decidido retomar la colección de baño (que habían dejado de fabricar en 2016) y lo hacen con una campaña que incluye varias modelos de talla grande (que no muy grande, solo un poquito más grande de lo habitual, pero eso es otra guerra). Y ale amigas, compradme que ya he cumplido vuestros sueños. Victoria’s para todas.

 

Y de verdad que yo soy de celebrar los avances. Siempre que he tenido ocasión lo he hecho. Porque soy la primera que entiende que las decisiones empresariales a veces no tienen nada que ver con los deseos de la calle. Y que nos encantaría que todas las tiendas vendieran todas las tallas y eso a veces es materialmente imposible. Pero coño, esto parece una tomadura de pelo.

Que todavía tenemos muy recientes las declaraciones de Razek respecto al desfile de angelitos, en el que aseguraba que las modelos transexuales o de talla grande no tienen cabida en el espectáculo puesto que lo que quieren transmitir es una fantasía aspiracional. Y claro, semejantes bichos lo convertirían más bien en pesadilla, ¿no?

Pero ahora que están desesperados se marcan una campaña ‘body positive’ para intentar salvar las bragas. Nunca mejor dicho.

 

En fin, no sé qué pensáis vosotras pero yo paso. De hecho, bastante bola les estoy dando escribiendo sobre ello. Siempre han vendido bragas con bastante talla, porque el dinero de las gordas bien que lo querían pero de tapadillo. Y ahora que por fin se ve más diversidad en sus campañas, en vez de ilusión me da pena. No todo vale, amigos, no todo vale.