Abría con dicho titular hace unos pocos días la revista S Moda, concretamente: “La  delgadez extrema vuelve a adueñarse de las pasarelas (como si la revolución de las tallas no hubiera tenido lugar).

Dicha afirmación ha tenido lugar a colación de los desfiles de moda llevados a cabo este mes de cara a la próxima primavera, en los cuales podían verse una mayoría de modelos con una marcada delgadez. Visibilizando  esto sobre todo en la colección de Miu Miu spring 2023, en la cual puede observarse que la tendencia serán camisas/jerséis estilo crop top acompañados de pantalones y faldas de tiro muy bajo. Con lo que se comenta que pretenden marcar un estilo sexy y juvenil.

Y claro, como no, para estos estilos han recurrido al tipo de mujer con un cuerpo muy delgado y que no favorece la visibilidad de la diversidad corporal. No por el hecho de ser delgadas, pues evidentemente eso también entra en dicha diversidad, sino por atribuir determinada ropa a según qué cuerpos. No se ha tenido en consideración a modelos con más talla aún sabiendo que cada vez más empezamos a vestirnos como nos gusta y como nos vemos nosotras bien sin importar los cánones que impone la sociedad sobre los distintos tipos de cuerpos.

Sí, es verdad que queda mucho por recorrer en este sentido, pero lo que parecía una tendencia en alza en los últimos años que era el incorporar la diversidad de cuerpos a las pasarelas podría haber  tenido una (esperemos que pequeña ) recaída.

 

Ni de broma se puede decir que estén representados todos los cuerpos en las pasarelas y aunque sí que es verdad que poco a poco se han ido incorporando nuevas realidades esto no deja de ser insuficiente.

Las propias modelos consideradas de talla grande que aparecen en las pasarelas hacen eco de esta infrarrepresentación. Como es el caso de la modelo estadounidense Paloma Elsesser que en unas declaraciones hacía la siguiente afirmación:  “A veces soy la única con mi tipo de cuerpo en un show y me tienen que hacer el diseño específicamente en mi talla, pero sé que muchas chicas se sentirán por fin representadas y que a medio plazo harán ropa de nuestra talla. Pero me estresa porque es incoherente, a veces verse rodeado de las modelos más jóvenes y más delgadas.”

Lo que sí está claro es que muchas veces las marcas tiran por la opción fácil, escogiendo los cuerpos que consideran que lucen sus prendas de una forma estéticamente más bonita, según su opinión y para bien de sus beneficios. Pero, ¿qué es lo estéticamente bonito y para quién?

Solo puedo esperar que no se cumpla lo que anunciaba el titular de la revista anteriormente mencionada pues,  aunque a pasos de tortuga, parecía que algo estábamos consiguiendo avanzar. La diversidad en todas sus versiones es lo bonito de la vida, disfrutemosla.

 

N.