A lo mejor no, a lo mejor tú pasas de princesas y esto no te atrae lo más mínimo, pero si eres de las mías (amante del rosa, de los tules, de las coronas, de disfrazarte y de todo lo que implique seguir amando Disney aunque tengas más de 30), entonces te enamorarás como yo del trabajo de Iván Furlong.

Primero, porque es ideal y es un trabajo cuidadísimo, y segundo, porque de todas las ilustraciones de princesas gordis que he visto online, estas son sin duda las mejores. Adorables, achuchables y ojalá en versión peluche para regalar. ¡Me compraría todas!

Porque no, ser (o creerte) una princesa no tiene nada que ver con la talla que marque tu pantalón. Es algo que algunas llevamos dentro, un sentimiento que no envejece y que nos hace seguir siendo niñas eternamente. Me encanta ver que mis hijas (futuras) crecerán en un mundo en el que también hay princesas gordas, y negras, y altas, y especialmente bajitas. Un mundo que poco a poco rompe va rompiendo estereotipos y en el que más pronto que tarde los kg de la báscula serán un número cualquiera y no la cualidad que nos defina ni a nosotros ni nuestra validez como persona.

Gracias Iván Furlong por tu excelente trabajo, y ojalá estas sean solo las primeras. ¡Las gordibuenas te necesitamos! <3