Al fin se ha estrenado la tercera parte de la saga de Christian Grey. Tan esperada para las que habían leído el libro y para las que no. Como es costumbre para San Valentín. Porque es una historia de amor muy bonita, como las de Disney pero con un poco de ñigui ñigui. Ideal vamos. El amor que todas esperamos y querríamos encontrar en la vida (Ironía modo on).

Y  si no la habéis visto aún os contaré (spoiler) que Anastasia Y Christian al fin se casan, en una boda preciosa de esas que invitas a toda la familia, amigos y conocidos y luego te ponen a parir tus tías del pueblo, porque dicen que te has pasado de lujos para demostrarles que te has casado con un forrado, y eso está muy mal. Bueno en su caso no eh, que a ellos estas cosas no les pasan.

Por si la queréis ver no contaré más. Pero…

Christian-Grey-y-Anastasia-Steele

Lo que no puedo callarme es que hay una cuarta parte. Ha llegado a mis manos el manuscrito del libro que saldrá el año que viene junto con la última peli también para el 14 de febrero. Y aunque E.L.James me ponga una demanda por adelantaros el contenido, yo me debo a vosotros y no puedo guardarme esto para mi sola.

El libro empieza doce años después de que la pareja se haya casado, viven juntos en su mansión, tiene dos churumbeles y todo va bien. Tampoco quiero destrozaros toda la sorpresa. Pero hay un par de páginas que me han llamado la atención por lo crudas  y rocambolescas que me han parecido, de hecho nunca he escuchado tal situación. Así que ahí va:

Christian llega a casa a las diez de la noche, con algo de ojeras y cara de cansado. Anastasia le espera en el sofá bebiéndose un Gin tonic bastante cargado, lleva una camisa de seda blanca y nada debajo, y el pelo recogido estratégicamente en una trenza, ella sabe que eso le gusta a su marido.

  • ¿Qué tal cari, como ha ido el día?- le pregunta a su Cris.
  • Uff, de puta pena, vengo reventao.
  • ¿Has cenado? la chacha ha dejado acelgas y pollo a la plancha en la cocina.
  • Si, me he comido un trozo de pizza y un helado, hoy me lo merecía.
  • Cari, deberías empezar a cuidarte un poco, vale que ya no tengas abdominales pero es que te cuesta abrocharte los zapatos de la panza que te ha salido. Lo digo por tu bien, que a mí me pones igual, eh- dice ella recordando las primeras citas en el cuartito de juegos que hace tanto que no usan.

Christian se tira en el sofá, se quita la americana y la deja en el suelo, y desabrocha su botón del pantalón porque cada día le queda más justo, y se saca la corbata y los zapatos.

  • ¿Cari, me preparas un whiskito, cortito?- le pide con amor a Ana-¿Qué es ese ruido infernal?
  • La niña, que ha suspendido flauta y está practicando… ¿Y ese olor?
  • Es que se me ha olvidado ponerme los polvos en los zapatos esta mañana y apestan a pies. Discúlpame.

Mira a su esposa mientras le esta preparando la bebida, y observa sus largas piernas, pero el sonido de la flauta no de deja concentrarse.

  •  ¿No debería estar en la cama ya esa niña?- pregunta a su mujer.

De repente por las escaleras baja corriendo Anastasia Junior, y se lanza en los brazos de su papa.

  • ¡Papi! La profesora de música me tiene manía, me ha suspendido.
  • Pues tendrás que trabajar duro para que te apruebe mi pequeña, la vida es así.
  • Jolín papá, es que no la soporto, ¿por qué no la despides?
  • ¿Yo?
  • Si, el colegio es tuyo, despídela, despídela, despídela, porque si no mi vida será un infierno, y cada día tendré que practicar flauta y no me gusta. Total si de mayor heredaré todo tu imperio, cuando la palmes seré rica, ¿para qué me sirve tocar la flauta?
  • Pequeña estas demasiado mimada, vete a dormir ahora mismo al cuarto rosa. Castigada.
  • Pero papa…
  • Y deja aquí tu Iphone 43, te lo confisco hasta que te portes bien.
  • ¡Te odio!- grita la pequeña mientras sube de nuevo las escaleras hacia su cuarto rosa.

 Y de repente, un grito estremecedor…

  • Papa, mi cuarto está lleno de látigos y cosas que me dan miedo.
  • Me cago en mi vida, he dicho al cuarto rosa, no rojo- puta niña, a parte del TDA me ha salido daltónica.

Bueno al fin un poco de silencio, voy a poner Tele 5 a ver si veo algo que no me haga pensar y me distraigo un poco.

  • Aquí tienes tu Whiski, cari- le dice Anastasia con voz de querer mandanga.
  • Gordi, estoy cansado, llevo un día que no tengo ganas de nada.
  • Joder Christian, llevamos dos meses sin hacerlo, siempre me pones excusas, creo que hemos entrado en la monotonía más absoluta.
  • A ver, a ver, tampoco dramatices, solo es una época, estoy estresado, tengo que dirigir siete empresas para seguir estando forrado, mañana tengo que despedir a la profe de la niña, y llamar a que le insonoricen la habitación porque no puedo ya con el ruido de la flautita, y a primera hora le tengo que pasar la ITV al helicóptero. Dame un poco de tregua ¿no?.
  • Oye que yo también trabajo ocho horas, y además me encargo de los niños,  porque claro el señor empresario siempre está de viaje y de reuniones…

Christian mira a Anastasia, con unos ojos de rabia, se le oscurecen las pupilas, su mandibula se tensa y la penetra con esa mirada turbia que tanto le gusta.

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  • Vamos al cuarto rojo – dice ella mordiéndose el labio.
  • Mira yo a lo máximo que llego es a darte un par de azotes aquí mismo pero sin moverme del sofá ¿Cómo lo ves?
  • Pues que en el sofá te vas a quedar tú pero a dormir, buenas noches- le dice Anastasia con voz de enfado mientras sube las escaleras cagándose en todo.
  • Al fin un poco de paz- piensa Christian, mientras se recuesta en el sofá y pone First Date.

Continuará….

No os lo perdáis, el año próximo en vuestros cines y librerías “Cincuenta sombras acabadas” el desenlace que si os va a hacer estremeceros de gusto.