No sé por donde empezar. Hace ya 3 años (en ese entonces tenía 15) decidí hacer un intercambio en Francia de 10 meses (soy latina así que es bieeen lejos de mi hogar). Llevaba 2 años con mi novio y él también se iba a estudiar a dicho país.
Todo iba como un cuento de hadas, la familia que me recibió era «perfecta», pasaron 3 meses hasta que él me terminó y mi pequeño mundo se vino abajo, además de que se consiguió a otra 1 mes después . Yo había ganado 12 kg (y ya antea estaba gordita) así que me sentía horrorosa. Adivinen qué? Oportunidad perfecta para el hombre de 45 años que me recibió para hacerme sentir protegida y amada. Incluso viviendo con su esposa me tocaba, me llevaba con él día y noche. Mientras estuve allá todo marchaba aparentemente bien, era un secreto monumental pero yo creía que había amor, aunque me celara DEMASIADO y me persiguiera todo eo día. A veces dejaba de trabajar solo para verme.
Cuando volví a mi país quise rehacer mi vida, pero no pude hacerlo durante 2 años: amenazas, acoso, presión psicológica… Me mandaba flores a mi casa cuando lo echaba de mi vida (no se imaginan las mentiras que tuve que decirles a mis padres), vino a verme 2 veces, si yo no me reportaba buscaba gente cercana para preguntarles por mí. Si tenía un noviecito, me decía que era una puta, que no valía la pena y que era tóxica.
En fin, terminé medicada por ansiedad y depresión e intenté acabar con mi vida 2 veces en 6 meses.
Cuando me di cuenta de que él nunca se iba a rendir, porque se hacía la víctima después de manipularme y maltratarme, decidí contarlo y la psiquiatra me dijo que era un perverso narcisista. Eso fue en Enero de este año. Mis padres también lo supieron y al principio fue muy difícil y aún tenía demasiado miedo de ese hombre, sentía que iba a venir a buscarme y matarme. Pero no se imaginan la paz que por fin encontré después de 2 años de acoso. Por Fin pude salir con gente de mi edad sin sentirme vigilada!!!! Por favor tengan cuidado, los celos excesivos y la obsesión no hacen que una relación sea sana. Y MENOS CON UN HOMBRE CASADO. Me arrepiento, pero ahora soy más fuerte.