Es viernes noche. Tengo 22 años y aquí estoy con una angustia interna por absolutamente todos los aspectos de mi vida. Estoy sola en una habitación y en una casa que no es la mía. Me siento sola, demasiado. El móvil nunca suena (excepto mi madre), no tengo planes ni a penas amigos.
Nunca me ha gustado lo que he visto en el espejo, llevo la palabra insegura tatuada en la frente. Nunca en mi vida me han besado ni tocado, y el hecho de pensar que pueda ocurrir me aterra, tengo ganas de conocer a alguien, pero no me veo con nadie ¿Qué pensarán cuando sepan que no tengo ninguna experiencia que contar? Ni siquiera un amor de adolescente.
Mientras pienso todo eso, me ilusiono hasta con el cajero del super si me dice algo amablemente, me invento historias donde no las hay, y vivo prácticamente de ilusiones.
Por otra parte, acabo de terminar la carrera y debería estar feliz pero no. Me toca cerrar una etapa importante, dejar la ciudad donde he vivido estos cuatro años, y tengo el corazaón y la mente discutiendo todo el día, entre si será mejor volver a casa o quedarme dónde estoy. En ambos casos, sé que me sentiré sola e incomprendida. Los amigos de la infancia desparecieron y los de la uni casi que también. Además, siento que no voy a encontrar un trabajo que me llene porque además dudo en sí valdré o no.
Siempre me relaciono con gente mucho más mayor, esa que ya tiene su vida medio solucionada (casa, trabajo, pareja incluso hijos), lo gracioso de todo es que me piden consejos y yo sin experiencia en nada los doy. A veces me siento muy vieja atrapada en un cuerpo de joven, pero principalmente me siento sola allá dónde voy, lo único que hago es escribir, soñar y esperar cosas que no llegan.
Escribo esto por si alguien se siente o se ha sentido en la misma situación. Imagino que la vida son etapas, y aunque tengo días buenos en los que todo es maravilloso, en el fondo escondo todos esos miedos e inseguridades.