Le estaré eternamente agradecida a mi padre por el día en que decidió regalarme los libros de Harry Potter. Y aunque al principio los miré con cierto escepticismo y recelo, está claro que él me conocía más que yo a mí misma en ese momento. Tanto, que a día de hoy todavía me recuerda la semana de verano que me tiré encerrada en mi cuarto leyendo el último libro. ¡Una mísera semana me duró el condenado! Y eso sólo podía significar una cosa: había creado un monstruo.

Y este monstruo es tan fan, que cada año hace maratón de películas de Harry Potter. No me preguntéis porqué, pero es llegar el frío y en mi interior se activa el botón del mundo mágico. Tanto que ya estoy saliendo de debajo de la manta,  levantándome del sofá, abriendo el DVD y poniendo la película.

Pues bien, parece ser que a los señores de Netflix les ha llegado mi ritual y han decidido ponérmelo más fácil. Tanto que el próximo 1 de Febrero van a colgar toda la saga de Harry Potter en su plataforma. ¡OMG! ¡Ahora ya no tendré ni que levantarme del sofá! (Sí, sé que suena a vagancia absoluta, pero hasta el momento el hechizo de poner el DVD a distancia no lo domino).

Por eso, soy tan inmensamente feliz, que este año creo que voy a tener que hacer doble maratón y volver a recordar todo lo que me gusta de esta fantástica saga:

1.Tener la ilusión de que la magia existe. No sé vosotras, pero yo cada mes de Septiembre espero impaciente mi carta de Hogwarts. Y aunque ya me pilla un poco crecidita, no desfallezco. Nunca es tarde para aprender magia.

2.Incorporar nuevas palabras a mi vocabulario. No puedo evitarlo, a veces me olvido de que hay muggles cerca y se me escapa un «Alohomora» al intentar abrir una puerta. Por no hablar del «Expecto Patronum» que le lanzo a cualquier que  intenta chuparme el alma.

Bye bye gente tóxica

3. Hemos inventado juegos de lo más originales con las famosas grageas mágicas. En mi caso, en el último maratón, me tenía que comer una gragea cada vez que alguien decía el nombre de Harry Potter. Os podéis imaginar el panorama.

4. Me parece una verdadera historia de superación. Nos ayuda a aceptar que la vida está llena de dolor y sufrimiento, pero también que de todo se sale,  y que lo más importante es el amor de las personas que tienes a tú lado.

5.Se acepta la diversidad por encima de todas las cosas. La saga está llena de todo tipo de criaturas fantásticas y personajes de los más variopintos. Y todos ellos conviven armoniosamente bajo el respeto y la aceptación. Todos tienen sus cualidades y habilidades. Todos suman.

6. Porque no puedo dejar de emocionarme cada vez que veo las películas. Despierta en mi interior el amor más profundo y el odio más horrendo a partes iguales. Y en la escena de Dooby de la última película, las dos emociones llegan a su máximo esplendor.

Lloro, literalmente

7.El quidditch. Lo siento, pero es que me fascina este deporte. Yo creo que es más por la sensación de volar y de libertad, pero yo a la escoba de mi casa la he bautizado como Saeta de Fuego. Aunque lo único que haga es hacer volar el polvo de casa.

8. Tiene uno de los mejores villanos del cine. Un personaje tan malvado, que sólo mencionar su nombre significa un gran acto de coraje. Me alucina y me aterroriza a partes iguales. Por no mencionar la interpretación de Ralph Fiennes, que me parece brutal.

9. Por todos los cachivaches que estoy deseando tener: Un giratiempo, una snich dorada, el mapa del merodeador, polvos flu, un traslador, una recordarora…¿Hace falta que siga? ¡LOS QUIERO TODOS!

10. Hermione Granger. Lo siento, pero me declaro fan absoluta de Hermione. Y todos sabemos que si no fuera por ella, Harry y Ron no hubieran pasado de la primera película. Es uno de los personajes que a mí me gusta bautizar como héroes ocultos. Personajes sin los que la resolución de la trama no tendría ningún sentido. Y me batiré en duelo contra aquel que se atreva a afirmar lo contrario.

¿Y a vosotr@s? ¿Qué es lo que más os gusta de esta fantástica saga?