Soy una llorona y no me avergüenzo, lo digo con orgullo. Puedes pintarlo de colorinchis y llamarme «persona altamente sensible», que viene a decir lo mismo. Me emociono con mucha facilidad, y todas esas emociones (sean buenas o malas) acaban saliendo en forma de lagrimones. Por llorar, lloro hasta cuando hay mucho sol, mucho viento o un ambiente muy seco, pero no pasa nada porque las personas lloronas acabaremos dominando el planeta. Estamos un escalón por encima en la escala evolutiva, y si no tiempo al tiempo.

1. Te resulta imposible terminar de ver un vídeo moñas sin llorar

Así es la vida. Si te ponen un vídeo rollo «emotivo reencuentro entre un hombre y su perrito después de volver de la guerra» TÚ TE MUERES. Lo bueno de todo esto es que la empresa de los Kleenex jamás entrará en quiebra porque tú la mantienes a flote.

2. Las canciones tristes podrían matarte

Hay más peligro de que te deshidrates tú tras escuchar una canción bajonera que de que se sequen los embalses de España.

3. En tu bolso SIEMPRE hay pañuelos

El lado bueno es que si algún día hay un apocalipsis zombi, irás muy limpita y aseada porque tienes pañuelos para toda una vida en el bolso. El lado malo es que siempre eres la pringada a la que le roban clínex.

4. Alcohol = ahogarte en tus lágrimas

Sabes que cuando sales de fiesta hay un 99,9% de posibilidades de que acabes llorando porque de repente te acuerdas de esa noticia que viste en Facebook sobre un perrito abandonado o porque te viene una imagen del capullo de tu ex a la cabeza.

5. ¿Maquillaje? O es waterproof o nada

Has acabado tantas veces como un mapache que has aprendido la lección. Por eso ahora solo te pones eyeliner y rimmel si es waterproof.

6. Tu madre sufre microinfartos cada vez que te da la llorera

La pobre mujer no aprende y cada vez que te ve llorando se piensa que acabas de abrir una carta del hospital en la que dicen que te mueres. Luego le dices «AY MAMÁ, QUE HE VISTO UNA FOTO DE UNAS NUTRIAS DE LA MANO» y te manda a la mierda.

DIOS, ES QUE SON TAN MONAS…

7. Pero tus amigos se han acostumbrado y se cachondean

Ya no sabes ni cuántas veces te han dicho «a ver cuánto tardas en llorar», y tú te sientes un poco como Bart cuando le decían que dijese su frase.

8. No puedes leer noticias emotivas

De verdad, es algo superior a ti. «Pareja de ancianos se casan por segunda vez para reafirmar su amor»… ¿QUÉ MONSTRUO NO LLORARÍA CON ESO?

9. Las discusiones terminan cuando empiezas a llorar

Y es una gran putada, porque por dentro tienes ocho mil frases preparadas pero tus glándulas lacrimógenas desconectan y deciden que es mejor reaccionar llorando. No somos débiles, somos lloronas, que no es lo mismo.

10. Pero no pasa nada, porque las cosas buenas también te hacen llorar

Bodas, bautizos, comuniones, cumpleaños, graduaciones. Parece el catálogo de Asos de ropa para ocasiones especiales pero no, son todos los eventos a los que no puedes asistir sin derramar una lagrimita.